Traducido por Luis R Castellanos de Back then History
Los fósforos o cerillos de fricción fueron inventados por John Walker de Inglaterra en 1827 (ver artículo).
Luego, en 1892, el abogado de patentes de Filadelfia, Joshua Pusey, obtuvo una patente para cerillos de cartón alojados en una caja. Hacia el cambio de siglo, el potencial de la caja de cerillos como vehículo publicitario comenzó a ganar fuerza.
Según se informa, una compañía de ópera de la ciudad de Nueva York promovió con éxito una actuación mediante portadas de cajas de cerillos ilustradas. El vendedor de cerillos de «Diamante», Henry C. Traute, se enteró de esto y llevó el concepto a Pabst Brewing Company en Milwaukee en 1902.
Pabst Brewing Company se convirtió en la primera empresa de alimentos y bebidas en invertir en cerillos de marca. Traute también convenció a varias empresas tabacaleras y a Wrigley’s (la empresa de chicles) para que hicieran publicidad mediante cajas de cerillos. En particular, Traute también mejoró la seguridad de las cajas de cerillos al reubicar la superficie de raspado en el exterior de la caja de cerillas, lo que dio lugar a la conocida advertencia «Cerrar la tapa antes de raspar». También convenció a las empresas para que regalaran cajas de cerillos a los clientes. La práctica despegó y muchas empresas comenzaron a hacer publicidad regalando cajas de cerillos de marca a los clientes. Esto se hizo especialmente popular en los restaurantes, hasta el punto de que los comensales empezaron a ver las cajas de cerillos como souvenirs.
El apogeo de las cajas de cerillos para restaurantes duró desde 1920 hasta la Segunda Guerra Mundial. Los principales proveedores estadounidenses de cajas de cerillos fueron D.D. Bean & Sons Co., Ohio Match Company, Diamond, Match Corporation of America, Lion, Atlas, Monarch, Federal, Universal y Superior.
En 1973, los huelguistas se trasladaron a la parte posterior de las cajas de cerillos en lugar de al frente para cumplir con las nuevas leyes federales de seguridad, pero poco más en el diseño cambió con el tiempo. Cuando se implementaron restricciones para fumar, las cajas de cerillos comenzaron a perder popularidad. Sin embargo, algunos restaurantes continúan ofreciendo cajas de cerillos como una forma económica de anunciarse a sus clientes.
Y aunque en gran medida han quedado en el camino, las cajas de cerillos de restaurantes y de otros negocios todavía son buscadas y atesoradas por una gran comunidad de ávidos coleccionistas en la actualidad.
Conoces la caja de fósforos
EL LIBERTADOR
viene en un estuche de plástico con 2 cajas 8
No la conocía. Qué interesante!