Sensación de pulcritud, limpieza, confort y lujo son algunas de sus propiedades
Entrar en una habitación de hotel donde huela a limpio, todo esté ordenado, los baños estén inmaculados, las mesas sin polvo, la cama bien hecha, la decoración sea acogedora y moderna, todo ello es importante para sentirse a gusto y valorar positivamente el establecimiento, pero lo que marca la diferencia es encontrarse unas sábanas blancas y pulcras en las que dormir plácidamente toda la noche.
¿Y por qué blancas? parece un poco absurdo utilizar este color pues se puede manchar fácilmente y las imperfecciones por el uso y el desgaste se aprecian más.
De hecho, hasta la década de 1990, los hoteleros utilizaban sábanas de colores ya que eran más manejables y fáciles de limpiar, y lo mejor es que se podían ocultar las manchas imposibles de quitar. El blanco estaba reservado a los solo los ricos, ya que eran los únicos que podían permitirse tener la ropa blanca en excelentes condiciones.
En ese momento fue pionera la cama Heavenly Bed de la cadena Westin Hotels & Resort, una cama totalmente blanca. Sus diseñadores hicieron pruebas para comprobar que la sensación de limpieza y frescor del color blanco también daba sensación de lujo, incluso hacía pensar a los huéspedes que la habitación había sido renovada recientemente. Tuvo tal impacto que los demás hoteles copiaron su idea hasta nuestros días.
Además, el blanco es una prueba inequívoco de limpieza pues puede ser lavado a temperaturas altas, y permite usar desinfectantes haciendo que la ropa quede totalmente higienizada y limpia, y eso tiene un efecto psicológico en los clientes que influye positivamente en su opinión sobre el establecimiento, duermen mejor y se sienten más a gusto.
Otro aspecto práctico es que el blanco se aplica también en toallas y batas de baño, así que el personal de limpieza puede recoger fácilmente toda la ropa sin tener que separarla por colores, y va toda junta en la lavadora, no hay que preocuparse por los desteñidos y cambios de color.
Y en caso de renovación y cambio de complementos, las sábanas blancas combinan con todo, no pasan de moda.
Vía La Vanguardia
Yo he viajado desde la decada de los sesenta y logicamente me he hospedado en hoteles y en España en TODOs los hoteles y han sidom unos cuantos y no precisamente de cinco ni de cuatro estrellas las sabanas y tohallas SIEMPRE han sido blancas
Gracias por tu comentario, Boira. Pues así ha sido en los últimos años. Ya se convirtió en un estándar.