Por Manuel Gómez Sabogal
Hoy se me dio por recordar un momento en el Colegio Reyes Católicos en Cali, donde estudiaron mis hijos. Las reuniones de padres de familia se hacían los sábados.
Ese sábado 11 de febrero, amanecí de un alegre subido. Mejor dicho, sentía que la alegría se me desparramaba por todo lado. Lo extraño era que en el colegio donde estudiaba mi hijo, El colegio Reyes Católicos, (el colegio de mi hijo, según dice cada padre), era día de entrega de notas.
Me fui caminando y saludando a todos los que se me atravesaban. Unos respondían con un “buenos días” y otros, ni se inmutaban. Pero yo estaba muy contento. Igual, me iba a encontrar con muchas caras conocidas y otras, no tanto.
Llegué al colegio y de nuevo, empecé a saludar. A buscar el sitio donde se encontraba la directora de grupo, una bella, joven y muy trabajadora mujer, encariñada con lo que hacía. Se le notaba que le encantaba hacer lo que hacía. Educar no es fácil y ella tenía ese gusto por su trabajo. Se puede decir que adoraba lo suyo.
Había pasado una persona, pero ya se había retirado cuando llegué. Me senté y empecé a escuchar a la profesora. Tenía papeles, informes, notas, datos. Había que firmar la hoja de asistencia.
Después de haber terminado mi cita (nada obligatoria para mí), decidí ubicarme a un lado, cerca de la puerta y recibir a cada padre de familia de los alumnos del curso de mi hijo. Quería conocerlos. Sentía ese extraño deseo de saber quiénes eran, cómo se llamaban, qué hacían. La razón era sencilla. Si nosotros, los padres, nos sentíamos amigos, los alumnos irían a imitar esa parte buena. ¿Por qué no lo pensé antes? Mejor dicho, sí lo hice, pero no me había decidido. Y no era malo empezar en ese momento.
Es que si los padres de familia se conocen, pueden surgir varias cosas interesantes.
- Los padres de familia podrían ser amigos.
- Podrían saber a dónde van los hijos cuando dicen que van a estudiar en casa de un compañero.
- Los padres se pueden preparar para “El día de la Familia”.
- Así mismo, preparar para la famosa excursión de grado 11.
Los padres de familia se pueden reunir en el colegio o en una de las casas o apartamentos a conversar, charlar al calor de un café, a conocerse, a ser mejores padres.
Algunos Padres de los alumnos de 8o B:
Edgar Mora, Gilberto y Luz Mary, Fausto y María Mélida, Mónica Franco, Isabel Ledesma, María del Pilar Chaparro, María Cénide Mercado, Martha Isabel González, María Elsy Arana, Jenny Watemberger, Zoraida Guerrero, Daría Rodríguez, Martha Lucía García, José Hernando Herrera, Clara Valencia, Mary Mosquera, Carmenza González, Aris Parra, Fidel Insignares, Patricia Martínez.
Hay cosas buenas y hay gente buena. Estos padres que conocí ese sábado, hacen parte de la gente buena que anda por ahí, haciendo cosas buenas, pero sin decirlo con mucho volumen.
Mi hija se había graduado allí mismo, en el año 2000.