Hace un tiempo se hizo viral en las redes sociales la historia de un hombre que había “violado” a su pareja estando dormido. Aunque muchos lectores no comprendieron de inmediato lo que había ocurrido, la ciencia ha salido a esclarecer el misterio.
Todos hemos escuchado acerca del sonambulismo y estamos bastante familiarizados con el término, pero la sexomnia es algo completamente nuevo para un gran número de personas. Según la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, la sexomnia forma parte del grupo de las parasomnias, o trastornos de la conducta durante el sueño, que se relacionan con episodios parciales o breves de despertar.
La sexomnia afecta el sueño durante la etapa REM, la fase más profunda del ciclo, y puede hacer que una persona, a pesar de estar dormida, se involucre en actos sexuales como si estuviera despierta.
Un placer “poco placentero” del que aún se sabe muy poco
Desde luego, habrá personas que consigan sacar provecho de la sexomnia para reavivar la llama de la pasión en su relación de pareja, pero también habrá quienes se metan en problemas serios a causa de ello. Así ocurrió hace un par de años con un hombre británico de más de 40 años acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 16.
Para fortuna del acusado, aunque pudo verificarse que, en efecto, había violado a la joven, la defensa también consiguió demostrar que el hombre sufría un trastorno del sueño “muy extraño”, parecido al sonambulismo, el cual le había conducido a realizar actos sexuales con la adolescente sin su consentimiento y estando dormido.
Poco se sabe todavía de la sexomnia y sus causas. Respecto a las parasomnias como tal, sabemos que son muy comunes en la infancia y que tienden a desaparecer con los años, aunque algunas (como el insomnio y las pesadillas) pueden presentarse nuevamente en épocas de mucho estrés.
El sonambulismo, que guarda una cierta similitud con la sexomnia, también es frecuente en los niños y se relaciona con desórdenes en el sistema neurológico que pueden deberse a la falta de madurez cerebral.
Los estudios sugieren que el 10% de las personas con algún tipo de parasomnia presentan una conducta sexual atípica durante el sueño, o sexomnia; sin embargo, son pocos los que deciden buscar ayuda por temor a ser juzgados, o quizás porque no lo consideran un problema de salud.
Lo peligroso del sonambulismo sexual es la incapacidad de quienes lo padecen para recordar todo lo ocurrido a la mañana siguiente. Una persona con sexomnia puede tener relaciones con alguien y ser incapaz de acordarse de ello después. Además, las personas con sonambulismo sexual tienden a comportarse de forma agresiva al momento de “elegir un blanco” en sueños.
Síntomas de que tú o tu pareja podrían padecer de sexomnia
Según los médicos, los comportamientos más comunes relacionados con la sexsomnia incluyen:
- Acariciar o inducir a juegos preliminares con compañero de cama estando dormido
- Realizar movimientos de empuje pélvico
- Llevar a cabo comportamientos que imiten o simulen las relaciones sexuales
- Masturbarse
- Tener un orgasmo espontáneo, o una eyaculación espontánea
- Inducir al compañero de cama a tener relaciones sexuales
- Una mirada vidriosa y vacía durante estos comportamientos
- Incapacidad para recordar lo sucedido al despertar
Para un diagnóstico acertado de la sexomnia, se consideran los comportamientos anteriores siempre y cuando quien los presenta no haya ingerido antes alcohol, drogas u otro tipo de sustancias que pudieran interferir con el ciclo regular del sueño.
El uso de drogas recreativas o fármacos no prescritos podría contribuir al desarrollo de sonambulismo sexual, según los expertos, y aunque todavía no se ha identificado la raíz de la sexomnia, los especialistas sí han podido señalar algunos factores de riesgo que estarían relacionados con el surgimiento de esta extraña conducta, a saber:
- Periodos largos de privación del sueño
- Elevados niveles de estrés
- Periodos de ansiedad
- Fatiga crónica
- El consumo de ciertos medicamentos
- El consumo excesivo de alcohol
- Síndrome de la pierna inquieta
- Apnea obstructiva del sueño
- Epilepsia relacionada con el sueño
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Heridas o golpes en la cabeza
- Migrañas
- Patrones de sueño irregulares, que podrían ser producto de estilos de vida poco saludables
- La existencia de otro tipo de desórdenes del sueño, como hablar o caminar dormido