Con el fin de las vacaciones y el regreso a la oficina, nuestra visión pueden sufrir más de lo que imaginamos, llegando a padecer el Síndrome Visual Informático, que se produce cuando exigimos a nuestros ojos largos periodos de enfoque continuo y una exposición prolongada al brillo intenso de la pantalla.
Más del 70% de la población española sufre esta patología, cuyos síntomas más comunes son la irritación ocular, la fatiga visual, la visión borrosa, la sequedad ocular y el dolor de cabeza, cuello y hombros. La mayoría de estos síntomas pueden desaparecer una vez dejamos de usar el ordenador, pero en algunos casos pueden persistir aún después.
Alicia Escuer, directora técnica y de formación de Óptica Universitaria, apunta que dichos efectos pueden contrarrestarse «con el uso de lentes que ayuden a relajar el sobreesfuerzo que supone un enfoque continuado en las pantallas digitales y/o con la aplicación de filtros que atenúan parte de la luz azul que emiten las mismas”. Además, añade una serie de consejos para hacer frente a este problema:
- Sigue la regla del 20-20-20: Apartar la mirada durante 20 segundos, cada 20 minutos enfocando a una distancia de 20 pies (6 metros).
- Parpadea con regularidad para evitar la sequedad. Cuando centramos la atención en una pantalla normalmente parpadeamos con menos frecuencia y realizamos un mayor número de parpadeos incompletos.
- Hazte una revisión optométrica para comprobar si necesitas alguna lente que ayude a relajar el esfuerzo visual continuado.
- Ajusta la resolución y el contraste del monitor. Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla habrá un mayor confort visual.
- El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue. Además, es básico mantenerlo libre de polvo y huellas, ya que pueden reducir la claridad.
- Evita los deslumbramientos y reflejos en la superficie de la pantalla. Es aconsejable eliminar las fuentes de luz que se encuentren en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación.
- Si llevas gafas o lentillas, asegúrate de que tienen la graduación actualizada y son apropiadas para tu distancia de trabajo.
- Comprueba la humedad. Para evitar la sequedad ocular evita corrientes de aire o habitaciones con exceso de calefacción y mantente hidratado.
- Cuando uses portátiles o tablets, siempre que sea posible, coloca el portátil o tableta más alto que las rodillas y utiliza una funda que se doble y sirva de apoyo a la tablet.
- Cuando uses el smartphone, recuerda sujetarlo de forma relajada, con los pulgares colocados ligeramente sobre el teclado. Evita utilizar una sola mano.
Tomado de El Heraldo