Por Manuel Gómez Sabogal
Liliana y Luis Eduardo formaron una pareja perfecta en todo sentido. Y los frutos maravillosos, sus hijas, empezaron a revertir ese amor, a mostrar que son fuertes y siguen unidas, porque sus padres siempre quisieron que triunfaran, pero, antes que nada, que continuaran unidas como hermanas y en familia.
Tres mujeres maravillosas de las manos de unos padres increíbles. Modelo de familia o familia modelo. Porque así los he visto siempre. Como ejemplo para muchos. Una familia ejemplo para tantos que no han entendido lo que es la verdadera unión familiar.
Juliana es la mayor. Publicista de la Universidad Católica y con posgrado en Mercadeo en EAFIT. Después, siguió estudiando y se hizo maquilladora profesional. Es decir, por cualquier lado le busca la comba al palo…Organizada, seria, responsable y siempre adelante. En épocas de crisis salió adelante con el maquillaje. Reconocida no solo por sus amigas, sino por muchas jóvenes que se han puesto en sus manos y han salido felices, gracias a su labor.
Hace dos años, llegó a su vida Alejandro Mejía, su esposo. Parecen calcados, porque la familia de Alejandro es también, llena de amor y valores. Es decir, complementos y gracias a ello, nació Gabriela, quien ya cumplió un año
Manuela, médica es melliza con María José, quien se inclinó por la Veterinaria. Mis tres sobrinas son geniales, maravillosas y con mucho empuje, además de ser portadoras de valores, esos que mi hermano sembró en su familia y en todas partes, por donde pasaba…
Desde cuando terminó su carrera, Manuela se propuso realizar una especialización. Y precisamente en Fisiatría, la que terminó el papá, pues se sentía orgullosa al seguir sus pasos.
Estuvo unos meses en Armenia, acompañando al papá al consultorio, haciendo de secretaria y, además, ayudando a compilar informes y todo lo relacionado con lo que hacía el papá, es decir, aprendiendo mucho sobre la especialización, pues la actitud siempre fue optimista y de mucho conocimiento.
Cuando empezó a estudiar en Bogotá, se sentía feliz y muy animada. Regresó a tiempo para estar con el papá, para verlo…
Reinicia sus estudios esta semana. Se ha prometido seguir los pasos de quien siempre fue su guía y motor. Y seguirá construyendo su vida con los valores. Esos que les imprimió el papá, un papá valiente, respetuoso, alegre, sonriente, comprometido con su carrera y quien siempre fue el alma de la fiesta, igual la mamá. Porque los dos fueron los motores de las tres hijas.
Manuela sigue su huella para bien de ella y la sociedad. Porque mostrará que tiene un guía que la acompaña siempre y no la dejará sola en el camino de la vida.
Cuando termine su especialización, estoy seguro que hará lo mejor, se enfrentará a su trabajo con responsabilidad y mucho amor. El amor que le inculcaron en casa siempre. El amor que vio en sus padres, un amor que seguirá siempre a su lado.
Porque la vida es bella, Manuela, sobrina genial y llena de virtudes, volverá a ese consultorio que tenía el papa a brindar los mejor a las personas, a tratarlos como lo hacía mi hermano, con amor, sencillez, delicadeza y antes que nada con la humildad de un gran ser humano.
María José, es Veterinaria y está certificada por la escuela latinoamericana de odontología equina de Río de Janeiro en Brasil. Lo mejor es que ya tiene su empresa: Equinodental, su mejor apoyo. Seguir adelante es lo que quiere y es la mejor en su campo. María José es una enamorada de su profesión y eso es capítulo aparte, porque cada día progresa, la buscan, la requieren para su trabajo con los caballos. Mi hermano fue su colaborador y estuvo siempre a su lado.
Ahora, María José, la melliza maravilla seguirá adelante con sus proyectos, dedicada a su labor y con ese ánimo que siempre la ha acompañado. Muchos caballos, pronto cambiarán su diseño de sonrisa, gracias a María José…
Recuerdo que, cuando había exposiciones en Cenexpo o en otras partes, allá estaba el grupo familiar con sus distintivos, mostrando todo ese amor de familia, la unión de todos.
Esta familia seguirá unida, seguirá dando ejemplo y mostrando que la familia es la base de la sociedad, de una sociedad que requiere unión, afecto, ternura y mucha paz. Una sociedad que debe cambiar el odio, las agresiones, la violencia por la tolerancia. Una sociedad que necesita que las familias se unan y sean la luz que guíe el camino de la vida…