![generations](https://i0.wp.com/luiscastellanos.org/wp-content/uploads/generations.jpg?fit=1024%2C546&ssl=1)
Desde el octavo piso, por don Faber Bedoya
En aquellos tiempos idos, cuando fuimos niños, comparados con los tiempos que vivimos, todo era más fácil, asequible. Si bien ser menor de edad parecía más un estigma, que una época de la vida, tuvimos muchos privilegios, disfrutamos todos los momentos que mi Diosito nos regaló, y que nos los consumimos con inusitada avidez, como si no hubiera un mañana.
Nuestra niñez transcurrió en una finca, hasta cuando la violencia partidista nos desarraigó y nos lanzó a la ciudad. Era una vida sin ninguna prisa, nuestro padre era empleado público, pero seguía con la finca, hasta cuando pudimos volver. Nosotros ya estábamos estudiando y eso se respetó. Terminamos la primaria y el bachillerato y nos capacitamos para enfrentar la vida. Tuvimos el privilegio de estudiar una carrera universitaria, formar un hogar y empezar el camino de la vida como un día lo hicieron nuestros padres.
Los nacidos después de 1945, somos conocidos como los “baby boomers”, por la explosión de la natalidad que se presentó finalizada la Segunda Guerra Mundial, (1945). Y conocimos de primera mano muchos de los inventos que disfrutaron los hijos. Nosotros no teníamos luz eléctrica, el transporte era a lomo de mula, a caballo o a pie, las carreteras eran pocas, sin electrodomésticos, mejor dicho, nos falta espacio y vida para narrar las cosas que no teníamos. Y vivíamos muy bien, por eso ante la pregunta, y “cómo era vida sin celular”, nosotros tenemos infinidad de respuestas.
Nuestro hijo mayor pertenece a la generación “X”, nacidos entre 1965 y 1981, y trabajar y producir era su filosofía de vida, todo pragmático, concreto. Nuestro hijo menor es generación “Y” o “milenials”, nacido al final de los ochenta, son conocidos como los nativos digitales, ya la tecnología forma parte de su vida, aunque no nacieron con ella, les tocó la transición de lo analógico al mundo digital. Y los nietos, son generación “Z”, o “Centenial”, nacidos entre 1995 y el 2009, y los nacidos después del 2010 son llamados la generación Alpha. Marcados por Internet, en vez de traer un pan bajo el brazo, nacieron con una tableta, Smartphone, o iPhone.
Aquí estamos mi estimado amigo, Libardo.
Por lo tanto, nosotros tranquilamente, mejor por la gracia de Dios, hemos paseado por cinco generaciones. Orgullosos baby boomers, criamos hijos generación X y Y, nietos tipo Z, y Alfa. Y esperamos que Dios nos de vida y salud, para convivir con los nacidos después del 2020, que son la generación beta, los de la inteligencia artificial.
Tan solo nombrar todas estas denominaciones, se nos revuelcan las “entendederas” como decía mi abuelito, modelo 1889, o sea, ellos son la generación original y botaron el molde. Pero tienen mucho sentido. Volvimos a ver y escuchar la “pelota de letras” de Andrés López, quien presentó esta terminología, con su famosa comedia y todo sigue vigente. Pero se quedó corto, no ha visto a los niños de hoy y a sus padres, si es que tienen hijos. Hay veces, que a nosotros los mayorcitos, viendo esos niños nos da susto, de pensar cómo será el mundo de ellos, jóvenes, señores, mayores y la sociedad del futuro, o a la mejor, ya llegamos allá y no nos dimos cuenta.
Sin embargo, creemos y lo profesamos, que desde la generación de nuestros abuelos hasta hoy y mañana, hay un eje transversal, un hilo conductor, que nos ha guiado y nos mantiene vivos, es la fe intacta e incólume en un Ser Superior, pero para que lo vea más actual y tipo generación Z, es humanado, presente en nosotros, vivo, actuante, compañero, amigo. Guardamos la debida distancia, y somos muy respetuosos, pero le tenemos mucha confianza y nos consideramos seres bendecidos.
Y su presencia se evidencia con acciones concretas, como le gusta a los de la generación X, como son, el respeto irrestricto por la verdad, sin eufemismos, adornos o ideologías confusas, sin mandobles, esguinces, o florituras que embaucan mentes calentanas. El amor al prójimo como a sí mismo, y el respeto a la vida, la educación, la salud, la libre movilidad, como derechos humanos fundamentales. Esa es la generación que anhelamos para Colombia, no la que se desmorona, sin ser nominada, todavía, con una letra del alfabeto griego.
![](https://i0.wp.com/luiscastellanos.org/wp-content/uploads/generaciones-680x481.png?resize=640%2C453&ssl=1)