Por Manuel Gómez S
“Yo me llamo” es un programa de Caracol Televisión, donde participan quienes quieren llamarse como no se llaman, pero desean parecerse a otros no solo con su voz, sino hasta físicamente y en el vestuario, como artistas que admiran…
Algunos se presentan como otros, cantan muy bien, tienen una voz excelente, pero no son ellos. Si fueran ellos mismos, estoy seguro que triunfarían como cantantes, pero no, prefieren ser otros.
Hay quienes se presentan y hacen el ridículo, los jurados se burlan en algunas ocasiones, en otras, tratan de entender a los participantes, pero igualmente, quienes van al escenario lo pueden hacer por conocer personalmente a los jurados, así sea de lejos.
Lástima que haya quienes desean cantar como si fueran Vicente Fernández, Olga Guillot, Selena y otros.
El programa “Yo me llamo” tiene demasiados seguidores o atrapa a incautos porque no encuentran nada mejor para ver en otros canales, aunque existan programas muy buenos. La pereza de revisar, los hace quedarse ahí.
En cambio, existe “La voz”, programaen el cual deberían presentarse aquellos que quieren ser reconocidos como cantantes.
“La voz” es diferente. Es un formato totalmente distinto. Ahí sí vale la pena quedarse, porque aparecen participantes que desean triunfar como cantantes. Y en muchos países se puede ver este gran programa.
“La voz senior” es para personas que cantan y son mayores de sesenta años. Me encanta ver este programa, porque los mayores de sesenta años también hacen vibrar a los televidentes con sus maravillosas voces.
Y existe “La voz Kids”, especial para niños. Es decir, aquí recuerdo a Alfonso Orozco cuando cantaba en la Normal Nacional de Armenia. Era un pequeño de 12 años y su voz era espectacular.
Ya mayor siguió cantando, participó en eventos locales, pero prefirió guardarse. Aunque todavía tiene una voz genial.
Así que prefiero “La voz” a “Yo me llamo”. Sencillo. Las personas no deben parecerse a nadie, sino ser ellos mismos. Y si alguien quiere demostrar su talento como cantante, pues que lo haga, pero siendo él mismo.
“Querer ser otra persona es un desperdicio de la persona que eres”
Marilyn Monroe