5 razones para darle apoyo a tu amig@ depresiv@
Depresión.
¿Has estado deprimido? Para los que han estado deprimido, lo más probable es que no lo olviden.
Las tareas básicas se convierten en obstáculos imposibles de conquistar. Cepillarse los dientes puede sentirse como participar en un maratón. Una salida del sol es una ofensa. Y los días lluviosos lo hacen peor.
Mi mejor amiga sufre terriblemente de depresión. Me rompe el corazón al verla. Al principio, quería arrastrarla fuera de su casa y llevarla a un mundo lleno de sol y felicidad. Quizás se sentiría un poco mejor si, bueno, ¿si lo intenta? Le hablé de cuán bella era su vida, y le recordé sus innumerables bendiciones.
Porque pensé que con eso iba a solucionar todo.
Y no ayudó. De hecho, no tenía idea de qué podía hacer.
La depresión no se fundamenta en la flojera o en la ingratitud.
Y a pesar que mis ideas no eran tan malas, me di cuenta que lo que estaba haciendo era sintiéndome mejor acerca de su depresión. Sentir que estaba haciendo algo. Y le pregunté a mi amiga: ¿qué puedo hacer para aliviar el dolor de los que sufren? ¿Qué ayudaría?
Discutimos juntos sus sentimientos, desde su perspectiva. Su dolor. Y luego tocamos algunos temas que realmente me ayudaron a ser un mejor amigo. Hoy quiero compartirlo con ustedes.
1. Pregunta y haz
Primero que todo, pregúntale a tu amig@: ¿qué es lo que más te preocupa en este momento?
¿Está cansada de atender a un bebé inquieto? ¿Siente que lavar los platos es una tarea titánica? Quizás la ropa recién lavada está apilada y llega hasta el techo y eso hace que quiera esconderse debajo de la cama.
Carga a su bebé para que ella pueda darse una ducha o tomar una siesta. Empieza a lavar los platos. Dobla la ropa limpia. Es asombroso lo que una pequeña acción puede hacer en la mente de alguien que está sufriendo por tantas cosas que debe hacer y que no sabe por donde empezar.
2. Entiende que la depresión es una enfermedad química y física
Hay toda una gama de enfermedades «invisibles» que son causadas por desbalances químicos del cerebro. No le dirías a una persona querida que tenga una pierna fracturada, «vamos a correr» para que se cure la pierna. Así mismo no le puedes decir que «pase el interruptor» y apague la depresión. Se amable, Se paciente. Tu amigo está enfermo, es dolor real, y necesita apoyo.
3. Ofrece tu presencia sin generar expectativas
A veces, hacer cosas sencillas puede hacer una gran diferencia. Llámalo por teléfono de vez en cuando. Ofrécete para cuidar a sus hijos. Llévale un cafe latte de vez en cuando.
Pero haz esas cosas sin pedir nada a cambio. Sin expectativas. Quizás su ánimo no brille cuando le visites, pero eso no quiere decir que tu presencia no ayuda. Recuerda que la tristeza es la enfermedad. Trata de no tomártelo personalmente.
4. Date cuenta y celebra los pequeños esfuerzos
¿Salió de la casa? ¿Se peinó el cabello? Puede sonar a sentido común, pero ¡dile! A veces esas palabras de aliento ayudan mucho a las personas que están tratando de salir de la depresión.
5. Reconoce tus límites
Tu amigo tiene una enfermedad que requiere intervención profesional. No puedes ser su médico, así que no trates. Sugerir cosas que le puedan hacer «sentir mejor» no es buena idea, a menos que te pregunten. Lo que puedes, y debes, hacer, es ofrecer tu hombro para que llore, darle una mano para que encuentre apoyo, y un abrazo para reconfortarle.
La depresión es dura. No sólo para quien la sufre, sino también para los seres queridos que le rodean. Pero como amigo, tienes una gran oportunidad. Puedes traerle un rayo de sol a alguien que está atascado en la lluvia.
Y eso es algo grandioso.
Traducido por Luis Castellanos de publicación en Huffington Post