Los investigadores John Gottman y Nan Silver (2001) tenían la motivación de comprender qué es lo que hace que las relaciones funcionen y prosperen. E idearon una investigación sin precedentes en la Universidad de Washington (Seattle, USA) que duró 16 años y en la que participaron miles de parejas.
IMPRESIONANTE
“Puedo predecir si una pareja se divorciará después de observarla y escucharla durante cinco minutos” afirma John Gottman, quien tiene un acierto en sus predicciones del 91%. Pero lo más gratificante del resultado de sus estudios, según el investigador, “son los siete principios obtenidos que impiden que una pareja fracase”.
LA CLAVE
Es la inteligencia emocional de la pareja (mira nuestra definición) La diferencia fundamental con otras parejas que no son emocionalmente inteligentes es que no dejan que sus sentimientos y pensamientos negativos sobre el compañer@, ahoguen o no dejen ver sus sentimientos positivos.
EL DIVORCIO SE PUEDE IMPEDIR, ALGUNOS DATOS:
La inteligencia emocional se aprende y podemos impedir que una pareja se separe o divorcie.
Las personas en pareja viven 4 años más que los solteros: una buena relación de pareja nos hace más sanos influyendo positivamente en nuestro sistema inmunológico, lo que nos defiende de enfermedades infecciosas y cáncer.
Maneja el buen tiempo, no la tormenta: cuenta Gottman que la clave para reanimar una relación o blindarla contra el divorcio, no reside en cómo manejamos los conflictos con nuestra nuestras parejas, lo cual también es importante, sino en cómo se comporta un cónyuge con otro cuando no están discutiendo. El investigador y terapeuta pone el foco en “fortalecer la amistad que existe en el corazón de toda pareja o matrimonio”.
LAS 7 REGLAS DE ORO, SECRETOS DE UN BUEN MATRIMONIO
No vamos a pasar por alto que TODAS las parejas discuten, tienen desencuentros, se pelean. Pero, ¿qué hacen de forma constante e inconsciente esas parejas inteligentes emocionalmente?
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Son parejas que constantemente están mejorando sus “mapas de amor”
Conocen íntimamente el mundo de su pareja en un amplio sentido. Desde gustos, aspiraciones, ilusiones, amistades, claves y significados íntimos importantes en la vida del otro. Están al tanto de los cambios y de sus objetivos vitales. En un concurso ganarían un premio de conocimiento del otro.
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Cultivan el cariño y la admiración
La mejor y más fiable prueba de que una pareja cuenta con un sistema de cariño y admiración, suele ser en cómo recuerdan el pasado. Cómo se conocieron, qué hicieron el uno por el otro, qué les gustaba más del otro…
Cuando crees que tu relación va mal y sin embargo, recuerdas de una forma positiva tu historia de pareja tienes muchas probabilidades de tener un futuro feliz. Es como reavivar el fuego a partir de ascuas medio apagadas. Y si no es así, hay que pedir ayuda.
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Se acercan al otro
Gottman lo describe como tener una “cuenta bancaria emocional”. Imagina que tienes muchos ahorros que has ido ingresando en tu cuenta emocional. Esto se hace de forma cotidiana, día a día. “He preparado la ensalada que te gusta”, “he llamado a tu madre a interesarme qué le dijo el médico”, “¿hacemos la lista de la compra?”, “me encantas con esa ropa”. Estas diferencias de actitud es a lo que se refiere el concepto de cuenta bancaria. Si no se mantiene la cuenta con bastante saldo, ni siquiera una noche romántica o un fin de semana en la bella ciudad de Granada, serán lo mismo: si llegas en números rojos, pronto estarás discutiendo, no importa donde estés.
Las parejas felices se muestran gestos de cariño en los más pequeños detalles.
Gottman suele decir: “no envíes a tu pareja una docena de rosas en una sola ocasión, dale una rosa durante doce días”
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Aceptan la influencia de su pareja
Comparten el poder y toman las decisiones en común. Cuando un hombre acepta la influencia de su mujer, esa actitud mejora la relación al fortalecer su amistad.
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Saben resolver los problemas
Implica tratar a tu pareja con los más elementales principios de educación. Las parejas felices inician las discusiones describiendo los hechos y evitando criticar a la pareja y sobre todo son capaces de aceptar aquello que no pueden cambiar de sus parejas.
Mi profesora de Terapia de Pareja decía “¿te imaginas decirle a un policía por la calle, ¿pero a ti qué te pasa? ¿Es que estás tonto? ¿Pero cómo se te ocurre pararme así? … O en un restaurante a un camarero, ¿cuántas veces te tengo que decir que me traigas la sal?, ¡siempre se te olvida todo!”
¿Por qué esa costumbre de perder los modales con nuestra pareja?
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Salen del estancamiento
¿Somos capaces de vivir con una alergia? Cuando uno está estancado, parece imposible contemplar el conflicto como si fuera una alergia con la que se puede convivir. Lo cierto es que podemos hacerlo. Y algún día seremos capaces de hablar del problema sin hacernos daño. Será cuando ninguno de los cónyuges insista o manipule al otro para que renuncie a sus sueños. Ambos tendrán en cuenta los deseos del otro.
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Crean un sentido de trascendencia
La unión de dos personas tiene también una dimensión espiritual que se traduce en crear una vida interior juntos, en la creación de una microcultura con las experiencias, ilusiones, objetivos en común, costumbres y rituales. Por ejemplo, una canción que se convierte en la bandera de la relación, las historias que cuentan y trascienden. Son símbolos o estandartes de la relación. El lugar donde quieres volver.
Tomado de Alumbra, Psicología y Fertilidad
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