Por Manuel Gómez Sabogal
No imaginé que iba a encontrarme a un personaje que más adelante conocería casi que bien. No es fácil, pero sus locuras no son de ahora. Desde pequeño. Nació así, deschavetado.
Todo porque nació en una vereda llamada Piedras, allá en San Lorenzo, pero no de Almagro, sino corregimiento de Riosucio. Hijo de Deyanira y Luis Ángel. Por eso, su apellido cambió a DeyLan. Y Alber es Albeiro. Es el mayor de 6 hermanos.
Loco, porque en el colegio era animador, presentador, locutor, cantante (Yo pensaba que era “El puma”), productor, pintor, actor, scout y muchas locuras más. Interpretaba el himno de San Lorenzo.
Organizaba campeonatos de fútbol con jóvenes de las veredas y los transmitía. Se mantenía de fiesta en fiesta.
Después de muchas labores en Manizales y corresponsalías para diferentes medios, vino a instalarse en Armenia. Empezó a laborar en un periódico local y encontró que no había una sección cultural. Siguió pensando en páginas culturales y después de trabajar allí, le dio por crear Culturarte y luego Punto aparte.
Es necesario ser terco, obstinado, porfiado, obcecado, persistente, insistente, perseverante, creativo, ingenioso, imaginativo para que la revista “Punto aparte” llegue a donde está, arribando a los 20 años de labores y continúe por los siglos de los siglos.
No ha sido fácil para Alber, sostener “Punto aparte”. Pero lo ha logrado. Llegar a 20 años, son nada son comparados con su desvelo, trabajo, utilizando computador, revisando, digitalizando, tomando fotografías, para lograr que sea no solo para los quindianos, ávidos de información cultural, sino para que todos en el mundo disfruten cada una de las palabras, frases, párrafos, fotos, vídeos que allí se encuentran.
Ha sido un trabajo que sé, le ha causado alegría por donde se mueve Alber. Cuando queremos conocer la información actualizada, la programación cultural que se avecina, los datos de personajes de la cultura, nos remitimos a “Punto aparte” ya sea digital o física. No hay necesidad de buscar en otra parte.
Porque así hay que hablar. Son locuras, cuando se escribe o habla de cultura y actividades culturales. Ser Quijotes es lo nuestro. Hacer quijotadas a diario es bueno.
Bienvenidas las locuras culturales como “Punto aparte”. Gracias Alber por estos 20 años.
Además, el organizar eventos con grandes orquestas filarmónicas es de locos como Alber. Son locuras que lo hacen grande…
Y este evento de celebración de los 20 años, por todo lo alto en el Centro de Convenciones de Armenia con un gran desfile artístico en una noche de gala. Porque Alber es así y ha sido siempre un hombre con visión.
Aunque hace pocos días, Alber perdió a uno de sus hermanos, ya el evento estaba programado. Aun así, lo hizo.
Sé lo que es perder un hermano y llorarlo en el silencio del corazón. Cuando uno quisiera estar muy bien, siente que él no está ahí, aunque esté y se trata de seguir adelante, aunque duela.
La celebración de los 20 años de Punto Aparte fue agridulce, pero llena de amor por un amigo y periodista que vale la pena.
Te escribo con el corazón, porque esa noche tuviste que actuar y decir como Garrick:
“¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas”.