Continuando con el tema del Aprendizaje Acelerado, quiero compartir una experiencia personal que tuve, sin saber, que me encontraba aprendiendo las letras del abecedario, a través de dicha metodología.
Cursaba 1er grado en los Estados Unidos, y aprendí las letras en inglés a través de una popular canción, con la música de «Twinkle Twinkle Little Star» (Estrellita Estrellita). Hoy por hoy, aún me recuerdo de la canción y de las letras y su orden. De hecho, debo confesar que cuando dudo al ordenar alfabéticamente, recurro a la canción y la canto mentalmente.
Otros casos se podrían asociar a las reglas Mnemotécnicas, cuando a través de iniciales se van formando palabras que nos ayudan a recordar algunos elementos. En mi caso, siempre que busco los Principios de la Guerra, me recuerdo de MUSEO. Y cuando busco los principios del abrigo y encubrimiento, me recuerdo de CONPUPA (ambos casos en el campo de la táctica militar).
En el área de la docencia en educación superior he usado unos cuantos recursos del Aprendizaje Acelerado, recordando en particular dos casos:
- Para la integración por partes, se hace uso del «Un día vi una vaca vestida de uniforme»…
2. Para ilustrar operaciones matemáticas básicas de división entre 0 e infinito, elaboré unas gráficas, que mostraba a mis estudiantes.
Y en dias pasados, recordé la película de «Los 12 del patíbulo», gracias a Jorge y Adrián que me refrescaron la memoria, y cómo se recordaba la misión, por parte de la escuadra, a través de un verso recitado en conjunto.
Las potencialidades del Aprendizaje Acelerado son infinitas. No tiene edad ni nivel académico para su aplicación. Sólo requiere de la creatividad de los facilitadores para ayudar a la recordación a largo plazo de los contenidos.