Aunque una mascota supone momentos de alegría y la satisfacción de tener un compañero fiel en casa, hay muchas otras razones para decidirte a adoptar una.
Llevar una mascota a la familia puede mejorar increíblemente la calidad de vida de los adultos mayores y ayudar a los niños a asumir responsabilidades. También hay beneficios físicos y emocionales asociados a tener mascotas en casa que se extienden a todos los miembros de la familia.
Hoy daremos un vistazo a las bondades insospechadas de invitar a un amigo peludo a ser parte de nuestra vida, así como algunas recomendaciones para elegir al compañero ideal.
Ventajas físicas y emocionales de tener una mascota en casa
Físicas
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) listan los beneficios físicos que la adopción de una mascota puede significar. Entre ellos:
- Disminución de la presión arterial.
- Disminución de los niveles de colesterol.
- Mayores oportunidades para hacer ejercicio y actividades al aire libre, algo muy bueno para evitar el sedentarismo en los niños y la obesidad.
- Disminución de los niveles de triglicéridos.
En el caso particular de los adultos mayores, algunos estudios han demostrado una relación positiva entre tener un perro y una vida más longeva, ya que las oportunidades de ejercitarse son mayores y el riesgo de padecer enfermedades cardíacas disminuye.
Emocionales
Nuevamente, los adultos mayores son un grupo etario al que se recomienda especialmente la adopción de una mascota ––si bien estas bondades aplican también a los niños y adultos––:
- Disminución de los sentimientos de soledad.
- Menos visitas al doctor.
- Mayores oportunidades de socialización.
- Aumento en la serotonina y dopamina (hormonales relacionadas con el bienestar y la felicidad).
- Menos estrés.
Un aspecto muy importante en la conexión ser humano-mascota es cómo este lazo ha demostrado influir en la economía de una nación. De acuerdo con un estudio publicado en 2014, solo en Estados Unidos se ahorraron $3.86 mil millones de dólares entre 1994 y 2004 gracias a que el vínculo humano-mascota disminuyó las visitas al médico.
Algo similar ocurrió en Australia y Alemania.
De hecho, se calculó que, si cada australiano dueño de un perro caminara con su mascota 30 minutos al día, habría un recorte de $175 millones de dólares al año en gastos médicos.
Consejos para elegir una mascota
Elegir una mascota es una decisión que debería tomarse con la misma serenidad que tener un hijo. Implica responsabilidades muy similares, e involucrarse emocionalmente en su crianza y cuidado.
Estas preguntas pueden ser de ayuda para descubrir la especie que mejor se adapta a tu personalidad. Así, podrás construir un lazo emocional auténtico y recibir todos los beneficios físicos / emocionales de tener una mascota en casa.
- ¿Cuánto tiempo vivirá? ¿Estás dispuesto a tener una mascota con una esperanza de vida corta, y asumir el impacto emocional que esto supone? Tal vez prefieras adoptar un perro o un gato, pues estadísticamente serás más probable disfrutar de su compañía un par de años.
- ¿Cómo debo alimentarlo? Considera tu situación financiera y el tiempo del que dispones.
- ¿Cuánto ejercicio necesita? Este es uno de los aspectos más importantes. Si eliges una mascota que demanda mucho tiempo al aire libre o ejercicio de alta intensidad, pero trabajas la mayor parte del día y llegas a casa exhausto, tu vida se complicará. Decide primero si quieres una mascota de compañía o una mascota para ser más activo.
- ¿Qué tan grande se volverá? Si vives en un lugar pequeño o viajas con frecuencia, considera el tamaño que tendrá tu mascota cuando haya alcanzado su tope de crecimiento. ¿Será cómodo llevarlo contigo o tendrás que pagar una guardería mes a mes? De ser así, contempla el gasto adicional, además de lo difícil que puede ser para tu compañero peludo no compartir lo suficiente con su “mamá” o “papá” humano.
- ¿Cuánto costará la atención veterinaria? A veces, tenemos el impulso de adoptar a una mascota para sentirnos más a gusto en casa o compartir actividades al aire libre, pero no tomamos en cuenta la inversión financiera que deberemos afrontar cuando nuestro compañero enferme, o si llega a sufrir un accidente. Piensa también en esto cuando estés considerando adoptar una mascota con alguna condición de salud crónica; aunque sería un acto noble y desinteresado, puede que haya alguien en una mejor posición económica capaz de suplir realmente sus necesidades.
Considera también las preferencias y sistema inmunológico de los miembros de la familia, por ejemplo: si son alérgicos a la caspa de una especie en particular. Puede que tus hijos o tus padres compartan más tiempo que tú con tu mascota, querrás asegurarte de que todos se sientan bien.