Cada vez mi sueldo me alcanza menos
Siguiendo con esta serie acerca de “los tiempos pasados son mejores”, quiero continuar con un punto álgido que tiene que ver con el ingreso mensual, para todos aquellos miembros de la cada vez más exigua clase media, o asalariados.
Sin querer imprimirle viso de amarillismo a esta publicación, comparo lo que ganaba cuando me encontraba recién graduado, con lo que gano actualmente luego de una vida de trabajo y recibiendo una modesta pensión.
Al graduarme, ganaba (convirtiéndolo a la tasa del Dólar Americano de la época) $312 mensual. Y con eso podía comprar de todo, me podía dar el lujo de ir a comer a restaurantes al menos una vez a la semana, a discotecas, ropa, y me quedaba para ahorrar. Un billete de Bs 100 (el llamado “marrón”) era poderoso, y con eso podía pagar por un par de zapatos, por una batería o un caucho para el carro, y muchas cosas más.
¿Cuánto vale un billete de BsF 100 hoy?
En la actualidad, lo que eran 100 bolívares fuertes en 2008 equivalen –en términos de poder adquisitivo– a 797,3 bolívares de doy, de acuerdo con los precios de noviembre de 2014. En los siete años de funcionamiento del Bolívar Fuerte, la inflación acumulada alcanza 697%. De hecho, con el billete de más alta denominación hoy sólo se pueden comprar un par de refrescos enlatados y no alcanza para un cartón de huevos. Ése es un dato importante: en el caso de alimentos y bebidas, ahora se necesitan Bs.F. 1.230,5 para adquirir la misma cantidad de productos que se podían comprar con un billete de 100 en enero de 2008. La inflación de alimentos y bebidas desde que entró en vigencia el Bolívar Fuerte alcanza 1.130%.
Vía ProDaVinci
Un poco más atrás, puedo recordar (si, tengo buena memoria) que un refresco de botella costaba Bs 0,25 y un panqué (poundcake) costaba Bs 0,25, por lo que se podía merendar en el colegio con Bs 0,50. Un pasaje de autobús costaba Bs 0,25 y el carrito costaba Bs 1.
Hoy en día, gano $35,00. Y con eso no puedo ni siquiera ir a un restaurant una vez al mes, debo seleccionar bien lo que debo comprar para hacer sólo los gastos necesarios, y no me queda para ahorrar.
Revisar comparación Bolívar-Dolar en InmueblesCaracas
Hace unos años atrás un docente a cualquier nivel, sea primaria, secundaria o universidad, podía ganar más que un obrero. Claro, se compensa el dinero obtenido con los años de estudio. Ayer hablaba con un dueño de taller de latonería y pintura, quien me dijo que le pagaba entre Bs 20.000 y 25.000 semanal a sus latoneros, casi el equivalente de cinco a diez meses de salario de un docente en la actualidad.
De igual manera, un taxista puede cobrar por “hacerte una carrerita” lo que uno gana en un solo día. Lo que de alguna manera (en un mundo bizarro) se podría justificar al ver el precio estratosférico de un caucho o una batería, sin entrar en más detalles.
La semana pasada fui a lavar el carro, y pagué Bs 1.000 por el servicio, que duró aproximadamente poco menos de una hora. Casi mi salario diario lo gasté en una hora.
Hace 2 años se echó a perder un aparato de aire acondicionado de ventana en el cuarto de mi hijo, y el costo de reposición de un aparato nuevo equivalía a un 30% de mi salario mensual. El mes pasado se echó a perder el aparato de aire acondicionado del cuarto de la hija mía, y el costo de reposición equivale a 6 veces mi salario mensual.
Se venció la póliza de seguro del carro mío, y la renovación equivale al doble de lo que me costó el carro hace 5 años.
Canasta básica familiar aumentó a 110.116,47 bolívares en octubre
Y conste que no soy economista, pero al menos conozco lo básico para defenderme… Pero vivimos en un ambiente de inflación que está en el límite de la hiperinflación, motivado en parte a la falta de políticas económicas coherentes, a la presencia de una espiral inflacionaria, un alto gasto burocrático, entre otras cosas.
Para un universitario tener pareja es un lujo costoso
Ahora nos queda trabajar para construir un futuro, que sea mejor que ese pasado.
Escrito por Luis Castellanos