Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser...
Benavente
Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo...
El enemigo sólo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón. Jacinto Benavente