Por Manuel Gómez Sabogal
Celebra la vida y no esperes para hacerlo cuando ya no puedas.
Lo importante es continuar el festejo de la vida. Los años que te quedan, debes vivirlos muy bien. Debes hacer lo mejor para dejar huella.
Lo real, lo cierto es que no sabes cuándo es la partida, el momento final. No sabes cuánto tiempo falta.
Aplica esa frase. Es necesario entender que debes ser feliz. Que la felicidad no está en la riqueza acumulada, sino en las cosas sencilla de la vida. Encuentras la felicidad en tu interior y no en los objetos. Un carro, un celular no hacen la felicidad. Cuando te vayas, nada te llevas.
Disfrutar la vida al máximo es lo que te debe hacer feliz. Celebra la vida a diario y rodeado de los mejores: la familia y los amigos más cercanos.
Celebra la vida, porque sabes que es un regalo de Dios. Naces para vivir y cuando trabajas, lo haces porque te encanta lo que realizas. No debes vivir para trabajar. Disfruta los momentos como si no hubiese un después. Porque recuerdas los momentos vividos, no los días que pasaron.
Celebra la vida y sé feliz. Estás vivo. La importancia de vivir está en disfrutar esos pequeños placeres que a veces, pasan desapercibidos: un atardecer, el canto de los pájaros, un abrazo, una charla al calor de un café, una sonrisa, una canción. Detalles pequeños que hace que la vida sea maravillosa.
Celebra la vida. No seas rutinario. Vive al máximo. Recuerda que, al morir, nada te llevas y quienes quedan tendrán los mejores recuerdos. Deja huella.
Celebra la vida y no te olvides de vivir. Deja de correr. Deja los afanes. Creemos que a las carreras estamos viviendo muy bien y nos equivocamos.
Ya no tienes tiempo para vivir. No conversas con los amigos. Te limitas a saludar. El tiempo se adueñó de tu vida y por eso, estás en un mundo lleno de afanes.
Si te sientas al lado de alguien, en lugar de un saludo, los dos siguen chateando o virando el celular, los mensajes, las fotos, los vídeos.
Qué bueno sería volver a tomar un café con tus compañeros de trabajo, con los amigos que encuentras y con quienes hace rato no conversas. Con aquellos que te saludan y te piden un minutito para un café. Que tu trabajo y tu vida se convirtiesen en algo diferente. No en una obligación, una carrera, un afán. Qué bueno sería que organizaras tus prioridades y poder manejar el tiempo. Qué bueno sería no depender de la tecnología.
Celebra la vida.
Recuerda que la vida es corta y vive. Disfruta todas las cosas simples, sencillas de la vida…
No dejes los pequeños detalles para después.
Estás tan acostumbrado a hacer planes que no haces lo que debes, en el momento indicado. Anuncias una visita y nunca apareces. Dices que llamarás mañana y nada ocurre. Te invitan a charlar al calor de un café, pero estás ocupado.
Celebra la vida… ¡HOY!
“Ama la vida que tienes para poder vivir la vida que amas”
Hussein Nishah