Comer bien, hacer ejercicio y alejarse de los dispositivos electrónicos son algunas de las recomendaciones
El sueño es una de las etapas de mayor actividad cerebral. Mientras dormimos, nuestra mente trabaja en procesos fundamentales del sistema endocrino, inmunológico, se afianzan los conocimientos y se renueva la memoria.
Dormir, más allá de una necesidad biológica, es la mejor forma de recuperar energía y de poner todos nuestros procesos internos en su lugar. Además, el buen sueño se relaciona con estabilidad emocional. Cuando falta, es muy probable sentirse de mal humor.
Pero hay muchos factores que afectan nuestra calidad de sueño. Las actividades diarias, el estrés, los conflictos del entorno e incluso lo que comemos influye a la hora de dormir, y es cada vez más complicado lograr todos los pasos para un descanso verdaderamente reparador. Por ello se recomienda:
Buena alimentación
Hay alimentos que poseen nutrientes ideales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y favorecen la calidad de sueño, de acuerdo con un artículo publicado por la revista Muy Interesante.
Los frutos secos y derivados son la mejor opción. Almendras, nueces y pistachos son grasas saludables que liberan melatonina y magnesio, relacionados con la mejora del sueño.
El trigo, la avena, el arroz y la pasta también aportan vitaminas del grupo B e hidratos de carbono de absorción lenta, que generan sensación de saciedad y bienestar.
Las bebidas calientes como la leche, el té y las infusiones son muy efectivas contra el insomnio, porque relajan el cuerpo, le ofrecen confort y lo ayudan a dormir mejor.
El cambur es un excelente relajante muscular por la cantidad de vitaminas y minerales que posee, lo que lo convierte en una buena opción.
Finalmente, el chocolate negro también funciona como relajante. Mientras menos azúcar tenga y más puro sea, mejor.
Alejarse de la cafeína
Un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, y el Laboratorio del Consejo de Investigación Médica de Biología Molecular de Cambridge, Inglaterra, muestra que la cafeína tomada tarde retrasa el reloj circadiano interno, el cual considera cuándo estamos listos para dormir y también despertar, según un artículo de Europa Press.
Hacer ejercicio moderado
La actividad física disminuye el estrés y eleva los niveles de serotonina, relacionada con el bienestar.
Si no eres un atleta, se recomienda realizar ejercicio moderado para que el cuerpo no esté completamente agotado. De ser así, el cuerpo pasará la noche enfocado en recuperarse y se esforzará por cumplir con los procesos mentales al mismo tiempo, es decir, se estará saturando.
Adecuar la habitación
El buen sueño se consigue cuando las condiciones están dadas, según la América Cáncer Society. La habitación debe ser cómoda, oscura, tranquila y no muy cálida ni fría. De esta forma el ambiente será perfecto para descansar.
Desconectarse de los dispositivos
Lo más importante a la hora de dormir es dejar de lado celulares, tablets, computadoras y cualquier dispositivo electrónico que nos pueda distraer.
Las redes sociales, por ejemplo, están cargadas de información que nuestro cerebro procesa no solo en el momento, sino tiempo después. Esto puede generar insomnio y afectar la calidad de vida.
La Fundación Nacional del Sueño recomienda apagar los dispositivos al menos una hora antes de dormir para que el cuerpo pueda prepararse y conciliar el sueño.
Vía El Nacional