Manuel Gómez Sabogal
¿Por qué será que ha cambiado tanto la vida de colegio? ¿Por qué a los hijos les da “oso” cuando sus padres van al colegio? ¿Por qué la indisciplina en los grupos? ¿Por qué la soledad de muchos jóvenes? ¿Por qué la falta de respeto a las niñas, por parte de sus compañeros?
Estas y muchas preguntas, me las he hecho muchas veces. El colegio es la segunda casa. El lugar donde continúa la educación que se inicia en el hogar. Sin embargo, se notan los cambios.
Muchos rectores han dejado de citar a reunión de padres, pues estos no asisten o sacan disculpas. Por eso, ahora se utiliza la entrega de notas y punto. Cada padre va donde el director de grupo, este le informa rápidamente acerca de la situación de su hijo, el padre firma y hasta luego.
Sé que algunos directivos y profesores hacen lo mejor para que los estudiantes se formen. Les hablan, conversan, buscan fórmulas para entender sus comportamientos. No todos.
Los directores de grupo y profesores sufren las consecuencias de los problemas de cada alumno o alumna. Malas respuestas, grosería, gritos.
Si en la casa se conversara, charlara, dialogara, preguntara, todo sería diferente. La actitud de los hijos sería otra. Pero, la televisión, el celular o los vídeo juegos, priman sobre todo lo demás.
Si los padres conocieran más a sus hijos, todo sería diferente. Qué les gusta, qué piensan, qué sueñan, qué desean…pero no. Eso no sucede en la mayoría de los casos.
Porque en algunos hogares, hay un televisor y un computador en cada habitación. Para que los hijos desaparezcan cuando llegan del colegio. Para que se encierren a hacer sus tareas y a vivir su vida. Es curioso.
Si los padres de familia fueran amigos, se conocieran, supieran quiénes son, de pronto, muchas cosas cambiarían en el comportamiento de sus hijos e hijas.
Qué bueno intentar una reunión con los padres del grupo de su hijo. Se conocerían, conversarían, podrían preparar, desde ya y entre todos, la famosa excursión de grado, el grado y muchas cosas más. Así mismo, los hijos tendrían una visión distinta de los padres y de la educación. Estoy seguro que, hasta el comportamiento en el colegio, cambiaría.