El niño y el despecho
Cuando se inició la entrevista con el niño Juan Camilo Arango Cardona, de seis años, pensé que se hablaría de su corta vida y sus canciones apropiadas a la edad. Pero no fue así. Empezó a interpretar canciones de despecho. Estaba escuchando un programa a nivel regional y yo no podía creer que se mostrara con orgullo a su padre, un padre que manipula a un niño de seis años para que le produzca dinero. Eso es lo que verdaderamente ocurre.
Y algunos medios, con base en entrevistas, se prestan a semejante atrocidad. Atrocidad, porque no es justo que un niño de seis años sea puesto a parafrasear canciones que ni entiende. Canciones de desesperanza, desesperación, despecho.
Claro, como estamos en una región donde el despecho, la tristeza, el pesimismo, la decepción predominan, entonces hasta los niños deben sentirse orgullosos de cantar lo que no les corresponde. Y los medios, radio, televisión, prensa muestran con gran orgullo a un niño de seis años, memorizando canciones totalmente inadecuadas para su edad.
Despecho, derrotismo, desilusión es lo que se vive con los reyes del despecho y la tristeza. Se llenan los lugares de concierto, porque ese es el nuevo estigma de mucha gente. La soledad y la depresión están llevando a muchos a beber, escuchar música de despecho, llorar y sentir que la vida vale poco.
Por ello, no es de extrañar que en esta región, gracias a la música de despecho, las telenovelas, la desconfianza y la desesperación, haya suicidios, intentos de suicidio, maltrato intrafamiliar y mucho más.
No tengo nada contra la música, pero sí con los explotadores de niños de seis años, como ese padre manipulador.
Lo siento, pero creo que es un niño de 6 años, manipulado por su padre. Las canciones de despecho que lo han puesto a cantar, no son adecuadas a su edad. ¿En qué sitios canta? ¿En qué horario? ¿Ante qué público? ¿Cuándo empezará a beber?
Es un niño, pero parece que algunos medios apoyan este atrevimiento. ¡Qué tristeza!
Manuel Gómez S
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