Un lector de mi blog me escribió una carta en estos días, solicitándome consejos acerca de su vida amorosa…
Con mucha celeridad y disposición le dije que si estaba a mi alcance, con mucho gusto se lo daría. Y esperé a ver si me contaba su tribulación.
A los días me escribe, y me cuenta que él está perdidamente enamorado de su sobrina. Él tiene 33 años, y su sobrina 35, y es el medio hermano menor de la mamá de su sobrina.
Desde temprana edad, siempre sintieron que había una química y una atracción entre ellos, pero nunca habían dado ese paso, hasta hace unos 6 meses.
Luego de relaciones que no les funcionó a ninguno de los dos, decidieron darse una oportunidad como pareja. Y hasta ahora han vivido unas semanas llenas de amor, cariño y comprensión, pero manteniendo un perfil bajo y una discreción casi total en sus acciones.
Sin embargo, a ambos les preocupa el qué pensará su familia al enterarse, además de si el grado de consanguinidad le traería algún problema si en un futuro deciden tener hijos.
Siempre decimos que mientras haya amor, lo demás no importa… Pero qué pasa en estos casos?
Luis Castellanos De todo un poco