El pasado martes 8 de noviembre (2016), los estadounidenses votaron y el resto del mundo estuvo pendiente del resultado. El presidente de Estados Unidos es, en cierta medida, un cargo importante para cualquier otro país, pero aun así estas elecciones entre Trump y Clinton fueron más seguidas de lo habitual. Pero, ¿por qué en Estados Unidos se vota en martes y en Noviembre?
Entre las normas que se auto impuso Estados Unidos en su fundación, no se estableció ninguna que determinara cuándo debían de celebrarse las elecciones. Así, durante décadas después de aquel 1787 cuando todo comenzó, cada estado votaba cuando le parecía bien y eso daba lugar a cierto caos. En 1845 esto cambió.
En ese año el Congreso decidió establecer la norma que habían pasado por alto tiempo atrás, y para ello deliberó con cuidado. El lunes se descartó porque obligaría a muchos a viajar hasta el lugar de votación en domingo, y eso no podía ser. El fin de semana era sagrado, casi literalmente. El miércoles también era un mal día, porque en una sociedad agraria como aquella, ese día ya estaba destinado para el mercado en el que se vendían y compraban los productos del campo. Así, el primer día de la semana que no tenía nada en su contra era el martes.
También el campo, la agricultura, determinó por qué ha de ser noviembre el mes en el que se realizan las elecciones. En primavera y a comienzos del verano, pensaron, las labores de plantación en el campo desaconsejaban despistar a los trabajadores y enviarlos a votar. El final del verano y la primera parte del otoño eran las fechas de la cosecha, y también el trabajo era mucho. Así, noviembre parecía una buena opción, que no interfería en las obligaciones de los agricultores y además evitaba en cierta medida los fríos días de invierno, que no recomendaban coger una calesa y viajar por los caminos hasta el lugar de voto.
Por todo esto, hay una ley en Estados Unidos que determina que las elecciones son el martes después del primer lunes de Noviembre.
Vía Curistoria