Fórmula de la felicidad
Tú escoges ser feliz.
En cada momento del día, tu tomas decisiones, consciente o inconscientemente. Es el resultado de tu actitud ante la vida. Y cualquiera que sea esa actitud, positiva o negativa, afecta todos los eventos, personas, relaciones, y todo lo que se te presente en la vida.
- Así que si estás viviendo una vida complicada con tantas cosas que hacer y sin tener tiempo para ti, es tu culpa.
- Si tienes exactamente lo que siempre quisiste y das gracias por ello todos los días, es tu culpa.
- Si estás rodeado de personas negativas, tienes un trabajo que odias y no puedes dormir en la noche de tanto pensar constantemente, sólo hay un responsable de ello: sólo tu.
- Si estás haciendo lo que te gusta, trabajas duro, pero aún así tienes tiempo para ti y para los que amas, eso es consecuencia de una decisión que tomaste en tu vida en algún momento.
Pero hay buenas noticias: cualquiera que sea la situación que estás viviendo. la puedes cambiar.
La felicidad es absolutamente posible en cualquier momento. Es gratis, y no depende de la edad, de la apariencia, de la profesión o del ingreso mensual. Cada quien merece ser feliz y esa felicidad no tiene que ser buscada, alcanzada, creada, ni debe requerirse esfuerzo para tenerla.
He aquí la fórmula de la felicidad:
Dejar ir + Aceptación + Agradecimiento
Llámalas habilidades, procesos, características, metas o como quieras. No necesitan ser definidas realmente. Pero son las tres mejores cosas que puedes hacer con tu vida. Deja ir lo que fue y lo que será, acepta lo que es y vive con ello, da gracias por ello y aprécialo.
Ello te convertirá en la persona feliz y contenta que siempre quisiste ser. encontrarás paz, te liberarás de la carga del pasado y de la ansiedad del futuro, empezarás a vivir el presente y verás toda la belleza y abundancia en tu vida al enfocarte en lo que tienes y en dar gracias por ello.
Ahora veamos cada elemento de la fórmula de la felicidad por separado.
Dejar ir
Es pura magia ya que nos hace sentir tan libres y contentos que nos parece que nunca habíamos estado tan vivos antes.
El problema es que nos aferramos a tantas cosas – a nuestras relaciones pasadas, memorias dolorosas, objetos materiales que nos recuerdan a algo (o alguien), etc. También pasamos mucho tiempo pensando en el futuro, temiendo que puede pasar mal, tratando de cambiar las cosas tomando el control y planificando. Y cuando las cosas ocurren de manera diferente, nos encontramos decepcionados y devastados. Eso nos hace débiles, tristes y desesperados.
Cargamos con tantas cosas demás en nuestra cabeza que no nos permite avanzar. Y eso no nos permite disfrutar la vida ni ser felices.
Pero si dejamos ir todas esas cosas y dejamos que todo vaya como debe ir, seremos libres, estaremos en paz y seremos capaces de experimentar el presente sin compararlo con el pasado o sin esperar que se desarrolle de alguna manera en particular, sin pensar en sobremanera ni preocuparse por el futuro.
Así debemos vivir para ser felices: experimentar las cosas, sentirlas con todo nuestro ser, apreciarlas y disfrutarlas, y luego inmediatamente dejarlas ir para que podamos disfrutar de la que venga a continuación.
Aceptación
Aceptar es estar conforme con las cosas, personas, eventos y contigo mismo. No quiere decir ser conformista o dejar de luchar por las cosas que queremos, quiere decir confiar en el flujo natural y no interferir.
Demuestra que estás en paz y que no estás obsesionado con querer controlar y/o cambiar las cosas. Te permite ir por la vida y estar en paz, para tener alegría y satisfacción.
Debes darte cuenta que lo que pasa en este momento es lo mejor para ese momento. Luego, algo más irá a pasar. Y estarás conforme con ello porque así es como las cosas deben ser. Necesitas confiar y creer.
Sólo así te sentirás libre de la ansiedad, de la necesidad de siempre estar haciendo algo, del estrés y de la tristeza.
Agradecimiento
Eso es lo otro que te puede convertir en una persona feliz.
Enfócate en las cosas buenas de la vida, se positivo acerca de lo que vendrá, agradece por lo que tienes (aún las cosas malas se convierten en lecciones y en experiencias) cada día, aprécialo, muestra tu cariño, expresa tu gratitud y ama.
Entonces empezarás a ver la abundancia en la cual vives. Las cosas se harán más bellas y preciosas para ti. Verás a las personas que amas como unos regalos invaluables y te sentirás bendecido.
Y todo ello es fácil y simple. Te enseñará la otra cara de la vida: el lado magnífico. Eso permitirá que vivas la vida que has estado soñando sin cambiar nada en tu medio ambiente.
Así es como escoges ser feliz.
Traducido por Luis Castellanos de publicación en LifeHack