Hay una indescifrable y tentadora belleza en la personalidad de muchos Hombres que hoy están en la edad madura. Claro, la regla entera tiene sus excepciones, y cada edad tiene el encanto y su propio valor. Sin embargo, con toda la consideración y respeto a las otras edades, destacaré una clase de Hombres aquí, ese tipo de Hombres que son una agradabilísima compañía: Los cuarentones, cincuentones y de más edad también.
Se nota con una cierta comodidad, la sensibilidad de sus corazones, la devoción que ellos tienen para lo más hermoso:
El sentimentalismo.
Ellos son más inteligentes, vivieron, encantaron…
Ellos saben lo que dicen, y saben hablar a tiempo.
Ellos cautivan, saben hacer regalos sin incomodar.
Ellos saben conquistar una buena amistad.
Por lo que se refiere a las relaciones, ellos cambian la cantidad por la calidad, saben tratar a una mujer con respeto y afecto. Son Hombres especiales, románticos, interesantes y atractivos por ese encanto que poseen en su forma de ser, de pensar y de vivir.
En la forma de enfrentar la vida, son más poéticos, más sentimentales, más emocionales y más conmovedores.
Los Hombres maduros tienen la confianza en sí mismos más grande en el tratamiento con las mujeres, ellos saben reconocer sus cualidades, son más espirituales, discretos, entendidos y más educados.
Las razones por las que muchos Hombres maduros poseen estas cualidades maravillosas son debidas a varios factores: la opción de ser y de vivir de cada uno, sus personalidades, la propia y familiar formación, sus raíces, sabiduría, los sabores individuales, etc…
Creo que en parte, hay una buena porción influenciada en el modo de vivir de un tiempo… películas, música, sentimientos que dejaron recuerdos buenos de juventud, un tiempo no tan remoto, pero con la certeza de que no vuelve más.
Vivieron la juventud (tiempo que marca la vida de todos nosotros) en uno de los períodos más buenos de nuestro tiempo: Los años 60/70, considerados la “década de oro” de la juventud, cuando el romanticismo fue vívido y se cantó en verso y prosa.
La influencia saludable de un tiempo, provocada por tantos eventos importantes que hoy se quedan en la memoria y cambiaron la vida de muchos. Un tiempo en que lo mejor de la fiesta era bailar lento y moverse al ritmo suave de las baladas románticas. La luz de la luna inspirándolos… Los domingos con sol eran sólo felicidad.
¡Tardes de domingo de “juventudes”… cuánta dicha!
Los viejos tiempos, los días “bonitos”. Ellos eran y todavía son, los Hombres que más supieron enamorar: el noviazgo en el zaguán, el apretón de manos, abrazo suave, con respeto y con amor, los ojos en los ojos tenían más valor… La moda era amar o sufrir de amor. Muchos vivieron de amor… Otros se murieron de amor… Estos Hombres maduros de hoy, nunca fueron Hombres para “jugar”.
La juventud pasó, pero dejó “grabado” en ellos, la forma más sublime y romántica de vivir. Hoy ellos poseen un “equipaje” de conocimiento, experiencias, madurez e inteligencia que fueron aumentando con el pasar de los años.
El tiempo se encargó de distinguirlos de los otros, dejando sus cabellos color de plata, los movimientos mas suaves, la voz más lenta, sin embargo más resonante, hoy ellos son Hombres que marcaron una época.
Tengo la felicidad de tener a algunos de ellos como amigos virtuales, y noto estas características a través de sus palabras y gestos.
Muchos de ellos hoy “dominan” con habilidad y destreza estas “máquinas virtuales”, demostrando que ni el progreso de la tecnología les enfrió los sentimientos, porque todavía encantan con los versos, las rimas, la música y las palabras de amor. No redujeron la gran capacidad de amar, sentir y expresar sus sentimientos.
Muchos se hicieron poetas, otros aman la poesía.
Porque lo más importante no es la edad denunciada en los detalles de sus fisonomías y sí los valores de sus personalidades. Lo importante es notar que sus corazones son jóvenes…
JC