Amar no es sinónimo de sufrir. Las siguientes son características típicas que se presentan en mayor o menor proporción en las mujeres que aman demasiado:
1 Tal vez proviene de un hogar disfuncional, donde no fueron satisfechas sus necesidades emocionales.
2 Al haber recibido poco afecto, usted trata de compensarlo indirectamente, dando afecto a hombres necesitados.
3 Al no haber podido convertir a su(s) progenitor(es) en seres atentos y cariñosos, busca a hombres difíciles, con el fin de lograr ese cambio en ellos.
4 Teme al abandono, por lo que evita que cualquier relación se disuelva.
5 Es capaz de cualquier cosa por ayudar al hombre que ama.
6 Debido a la falta de amor, se esfuerza en exceso por complacer a su pareja.
7 Está dispuesta a aceptar más responsabilidades, culpas y reproches que su pareja.
8 Posee poco amor propio y cree no merecer felicidad.
9 Por su inseguridad, necesita desesperadamente controlar a su pareja y su relación.
10 Sueña con una relación ideal, en lugar de vivir la realidad.
11 Es adicta a los hombres y al sufrimiento.
12 Tiene predisposición a las adicciones.
13 Evade su responsabilidad para consigo, al sentirse atraída por personas conflictivas, caóticas o emocionalmente dolorosas.
14 Puede ser propensa a depresiones, las cuales disfraza con la excitación que le brinda una relación inestable.
15 Considera aburridos a los hombres amables y confiados que se interesan en usted.
En el libro Las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood (1)(2) le ayudará a reconocer, entender y cambiar su manera de amar, aprender a amarse a sí misma y encontrar una relación de pareja sana y estable.
Tomado de la sección de Parejas (Diario El Universal)