¿Cuántas veces no nos hemos enamorado solos?
Tenemos una mejor amiga (o un mejor amigo), y disfrutamos de su compañía. Nos gusta hablar con esa persona. Nos encanta acompañarla(o) al cine o que nos acompañe al cine. Nos tomamos un café. Hablamos de todo. Nos sentimos cómodos uno al lado del otro.
Llega un momento en que nos sentimos como si nos faltara algo el día en que no la (lo) vemos. Empezamos a extrañarla(o). Hacemos lo posible por ver a la persona cada día.
Pero también llega el momento en que nos damos cuenta que el sentimiento no es mutuo. Empezamos a enamorarnos solos. Empezamos una relación de amor no correspondido. Y cuando le tocas el tema de una relación, evade el tema o te responde que no está «preparada(o)» para una nueva relación. Siempre he mantenido que una pareja es de a dos.
Claro, y cuando alguien le pregunta a la persona ¿qué son ustedes? Pues responderá que «Somos solo amigos». Pero si te preguntan a ti, seguramente responderías que es «tu amiga(o) especial».
¿Y qué hacemos?
Como lo veo, tenemos tres caminos :
- Le declaramos nuestros sentimientos abiertamente. Esa decisión nos lleva inexorablemente a dos posibles escenarios: nos dice que también está dispuesta(o) a corresponder nuestro amor, o sencillamente dice que se va a alejar para no hacernos daño.
- Por nuestra cuenta empezamos a alejarnos poco a poco para no seguir enamorados solos y no seguir sufriendo en soledad. Distanciamos las salidas y las llamadas telefónicas.
- Seguimos disfrutando de su compañía, aún a sabiendas que no pasaremos de ser el amigo(a) o confidente, y con la esperanza que algún día no muy lejano nos corresponda al fin. Sin prisa pero sin pausa. Quizás se cumpla el dicho de «quien perservera vence». Y me viene a la memoria otra frase de otra canción: «la prefiero compartida, antes que vaciar mi vida».
Siempre he dicho que no es una sensación muy agradable el estar enamorado solo. Afortunadamente sólo me ha pasado un par de veces. ¿Y a ti?
Luis Castellanos
De todo un poco