Usado en una época por los londinenses que buscaban protegerse contra los bombardeos alemanes durante la 2da Guerra Mundial, Cahoots es fiel a sus raíces y reinterpreta el espacio como la estación subterránea que era, completa con sus asientos de vieja escuela. Todos los cócteles son servidos en botellas y copas de la época.
3. En una urna: Bar Eternidad en Ucrania
El Bar Eternidad en Ucrania puede ser el único lugar donde se pueden apreciar los detalles de una urna desde adentro, sin necesidad de estar 6 pies bajo tierra. Manejado por un mortuario local, el espacio de 66 pies de largo por 20 pies de alto hasta está decorado con motivos fúnebres en su interior.
4. En una lavandería automática: Wasbar – Bélgica
Los clientes en Wasbar ubicada en Ghent, Bélgica, pueden literalmente hacerse cargo de su ropa sucia mientras se toman un trago en la barra o en una mesa. El costo de lavar y secar la ropa depende del peso, pero el jabón es gratis. Y los tragos cuestan algo adicional.
5. En un castillo de Hielo: Icebar – Suecia
Vístete con tus ropas más abrigadas (y zapatos cerrados) si tienes pensado tomar un cóctel en el Icebar de Estocolmo, reconocido como el destino original para beber debajo de 0 grados. Todos los años es reconstruido, tanto el bar como el hotel que le acompaña, con muebles y utensilios tallados en el hielo y sus pisos de nieve.
6. En el tronco de un árbol: Abrevadero en SurÁfrica
Un bar en un árbol suena como un edificio tipo loft con ramas gruesas y firmes, pero este Abrevadero en SurÁfrica realmente está construido dentro de un árbol baobab de 6.000 años de edad. Por varios milenios el tronco de madera se ahuecó naturalmente, permitiendo suficiente espacio para acomodar a 15 personas. Los propietarios del terreno aprovecharon el fenómeno natural para crear un espacio de entretenimiento dentro del sorprendente amplio espacio interior.
7. En una choza a orillas del mar: Bar Pelícano – Jamaica
Parece estar en ruinas, pero esta choza de madera y palmas, localizada en un banco de arena en Bahía Parotte, a una milla de la costa sur de Jamaica, ha permanecido en pie por más de una década. Los clientes en el Bar Pelícano, quienes llegan y se van en bote, toman cerveza fría y ron punch, mientras disfrutan de las claras y no profundas aguas del Caribe. (Se recomienda llevar un recuerdo, ya que el interior de la choza está decorada con recuerdos de los clientes que han visitado el lugar).
8. En una vieja prisión: Clink – Boston, EEUU
Lo que solía ser la cárcel de la Calle Carlos (Charlie Street) se convirtió en el Hotel Liberty, manteniendo los toques originales (paredes de las celdas en ladrillo, pisos empedrados). Las antiguas celdas para borrachos transgresores de la ley fue transformada en un bar y restaurant llamado Clink, como parte de la transformación del edificio. A sus nuevos moradores se les alienta a probar los cócteles que allí se sirven.