Traducido por Luis R Castellanos del Museo Nacional de Historia Estadounidense
Imagen tomada de la página del Instituto Smithsoniano
Apreciados por generaciones de niños artistas, los creyones Crayola fueron inventados en 1903 por Binney & Smith Company de Easton, Pensilvania. Utilizando cera de parafina y pigmentos no tóxicos, la empresa produjo una barra para colorear que era segura, resistente y asequible. El nombre «Crayola», acuñado por la esposa del fundador de la empresa, proviene de «craie», que en francés significa «tiza» y «oleaginoso» o «aceitoso».
Este juego de Crayola para «artistas jóvenes» fue uno de los primeros producidos. Sus veintiocho colores incluyen azul celeste, ocre dorado, rosa rosa y siena tostada. La caja dice: «No. 51, Creyones de dibujo para artistas jóvenes, para colorear mapas, dibujos». La parte posterior de la caja muestra a una niña coloreando una obra de arte en un caballete y enumera los colores de crayón que contiene la caja. Tanto el empaque como los nombres de los colores y los colores de los creyones han cambiado en el tiempo reflejando las tendencias sociales y culturales.
Los creyones son iconos de la infancia que recuerdan nuestra memoria colectiva para colorear tanto dentro como fuera de las líneas. Asequibles y de fácil obtención, han transformado la educación artística y fomentado la creatividad en las escuelas y los hogares, proporcionando color a los niños durante generaciones.