Y otras cosas
Manejo del cambio: un talento necesario para sobrevivir en cualquier mercado
La palabra “cambio” actualmente permanece en la cotidianidad de todas las personas, con diferentes niveles y tipos de significado, sin embargo, sea cual sea la connotación en la cual sea introducido el vocablo, siempre viene implícita una actitud refleja que puede ser de reacción agresiva o de sumisa aceptación. Y es que el cambio, entendido como la yuxtaposición o sucesión de estados en forma inesperada o programada, paulatina o violenta, de una u otra forma afecta a los actores, las reglas y las fuerzas del escenario en el cual dicha traslación se ha presentado. En el mundo de la gerencia y los negocios, la palabra cambio es término de obligatoria atención por parte de todos los integrantes de cualquier organización y a nivel personal afecta de formas distintas a cada quien. Para mantener niveles de competitividad óptimos en cualquier mercado, es necesaria la adopción de una actitud proactiva y positiva hacia los cambios. El manejo eficiente del cambio permite estar a la ventaja de la competencia, prever tendencias, asesorar y liderizar los procesos de adaptación para sobrevivir.
Los cambios en los ambientes de negocios pueden ser de cualquier naturaleza: por esta razón casi siempre sus efectos son inesperados o difíciles de predecir. Puede verse como una moda temporal puede llevar a la quiebra a emporios corporativos que inicialmente pudieran verse como indestructibles, como es el caso de una poderosa empresa japonesa de electrónica que sobrevive gracias aun solo producto, una consola de video juegos que parece ser lo único que no le da pérdida: de resto, sus celulares, televisores, cámaras y demás invenciones están a punto de caer en el mundo del olvido, y esto es porque los televisores cada vez son menos útiles para ver cosas, la preferencia de los celulares se ha polarizado mayormente entre dos gigantes y las videocámaras para filmar cumpleaños y fiestas han dado paso a los celulares y a cámaras para deportes extremos de alta durabilidad. De allí por qué la inteligencia de negocios, los “thinktanks” y otros recursos de exploración y asesoría han venido cobrando un papel cada vez más importante en el mundo corporativo, motivado a que sus opiniones pueden determinar la necesidad de procesos de adaptación al cambio. Los cambios requieren de transformaciones en los recursos estratégicos y operativos de las organizaciones: su gente, los recursos técnicos que manejan y los procesos que conducen. Dentro del recurso orgánico de las empresas, es necesario desarrollar talento para diseñar, implementar, monitorear y evaluar el cambio, a fin de proyectar la rentabilidad de la trascendencia en el escenario y saber si vale la pena seguir allí o pasar a otros estadios. De una u otra forma, es el cambio, motor para el desarrollo, auge y caída de imperios de toda índole. La ligereza, falta de percepción o desinterés de los líderesen enfrentar estas trasposiciones de estado o condición, determinan en gran medida su permanencia en el tiempo o su salidamás o menos estrepitosa. Nadie en la década de los 70’s esperaba por ejemplo, que Pan American Airlines, una línea aérea bandera de los Estados Unidos, que inclusive salió reflejada en la película de Stanley Kubrick “2001: Odisea del Espacio”, fuera a desaparecer: hoy día mi hijo de 24 años no sabe qué es Pan American. Pienso que tener capacidad para adaptarse a los cambios es solo parte del proceso para sobrevivirlos: otra parte fundamental es vivir en una actitud permanente de vigilancia ante las variables del entorno a efectos de reducir la incertidumbre y los efectos del factor sorpresa. Otros se mantienen en constante cambio y sus procesos son de constante experimentación y prueba, respetando los resultados y aprendiendo de los errores, lo cual también, además de legítimo, es válido, aunque más costoso quizás que las otras actitudes un poco más rígidas para mantener vivas tradiciones y prestigio, que a la larga también satisfacen y son parte de esa cábala empresarial. Sin embargo, soy de los que confiadamente digo que manejar el cambio es difícil pero, ¿permanecer igual? ¿Eso? es mortal.
Jorge Sánchez Rojas
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