Papá: ¡arrópame!…
Cierto día me encontraba haciendo mi trabajo en casa, y a eso de las nueve de la noche estando al frente de una computadora la cual estaba programando, todavía me faltaba mucho por hacer y quizás me iba a tener que acostar un poco tarde esa noche, así que trataba de avanzar lo más que podía con mucha prisa, de pronto escuché el llamado de mi hijita de cinco años desde su cuarto…
– Papá, ven acá!…
Algo incómodo, por tener que dejar lo que estaba haciendo, me dirigí al cuarto de mi hija.
– Dime hija que quieres…
– ¡Papá por favor arrópame con mi cobija!
Algo molesto exclamé:
– Hija tu sabes que estoy ocupado terminando un trabajo en la computadora y tu me llamas para eso… además, tu mamá acaba de salir de tu cuarto. ¿Por qué no le dijiste a ella que te arropara?
– Papá: lo que pasa es que a mi me gusta que lo hagas tu, porque cada vez que tu me arropas, me echas la bendición y me das un beso…
Amigos lo único que puedo decirles es que esas palabras de mi hija Jennifer quedaron grabadas para siempre en mi mente y en mi corazón…
Dios te bendiga hija, recibe un beso grandote…
Omar G. Serrano
omseomse@gmail.com