Un granjero riquísimo, se casa con Casilda, una muchacha muy pobre de su región. Al poco tiempo le regala un auto 0 Km, le da empleo en una de las granjas a toda la familia de ella, en fin, la vida les cambió radicalmente.
Todos estaban felices hasta que después de un año de casada… Casilda reúne al padre y a la madre y les dice:
– ¡ No aguanto más ! – Me quiero divorciar.
– ¿Estás loca, Casilda? Tu marido es un hombre buenísimo, te quiere, te respeta, resolvió la vida de todos nosotros, y ahora quieres acabar con todo, ¿por qué? – pregunta el padre de Casilda.
– Mirá, papá, a él solamente le gusta tener sexo anal, no me puedo agachar que ahí el viene por atrás y… ¡¡¡ñáaacata!!!. Para que tengas una idea, viejo, cuando me casé el agujerito de mi trasero parecía una moneda de 10 centavos, y ahora después de un año parece una moneda de 1 dolar!
– Y dime, hija… ¿Por 90 centavos vas a formar todo ese peo?