¿Hay profesores piratas? ¿O Alumnos Piratas?
Siempre he pensado, desde que entré como estudiante en Educación Superior, que no existen profesores piratas. Creo más bien que existen estudiantes piratas.
No se puede negar que hay una gran cantidad de docentes que no son tales. No tienen pedagogía (o andragogía), no planifican el contenido que van a impartir, no hacen un buen plan de evaluación (ni lo negocian ni discuten), y en general, no cumplen con el objetivo terminal de la asignatura que están impartiendo.
Pero cuando hablamos de estudiantes de Educación Superior, estamos hablando de personas con edad promedio de 18 ó 20 años, con capacidad de discernimiento, y ávidos de aprender. Y si entrando a la Universidad aplicamos la Ley del Mínimo Esfuerzo, entonces los llamados “Profesores Piratas” son una bendición. No exigen, no hacen evaluaciones escritas, no les ponen trabajos fuertes, no los ponen a pensar. Qué bueno! No van a sufrir en la cátedra.
Pero tampoco van a aprender.
Y quizás en los primeros semestres o trimestres de la carrera, eso puede ser una bendición. Serán los mejores tiempos en la Universidad, cuando no tenían que estudiar fuerte ni investigar, ni nada que involucrase poner esfuerzo para aprender…
Pero cuando están llegando a los últimos semestres y cuando casi están a punto de graduarse, se van a dar cuenta que no saben y que no aprendieron. Y que no tienen los conocimientos suficientes ni necesarios para enfrentar el mundo laboral.
¿Y de quién es la culpa? (Claro, siempre buscamos a alguien más que tenga la culpa)… ¿De la Universidad? En parte. ¿Del “Docente Pirata”? Definitivamente. ¿Del estudiante? No! Para nada.
Pero si creo que el estudiante tiene culpa. Si conoce el contenido de la asignatura, y sabe qué es lo que debió haber visto y sabe qué es lo que en realidad vió, él debe buscar los medios para rellenar esa zanja entre el ser y el deber ser.
Buscar libros, buscar guías, buscar en Internet, entrar de oyente en otra clase de otro docente. (el que quiere besar busca la boca: el que quiere aprender, aprende así tenga profesor pirata)…
Lo que es un beneficio a corto plazo, se convierte en una deficiencia a largo plazo.
Por eso concluyo, que no sólo hay “Docentes Piratas”. También hay “Estudiantes Piratas.”
Luis Castellanos