Por Manuel Gómez Sabogal
Si hablamos de locuras, esta se hizo, también. Regresé de Inglaterra y nada mejor que tener un Pub. Me enamoré de esos sitios en Londres. Siempre busqué la forma para que fuese realidad ese sueño o mejor, esa locura.
En 1993, se hizo el milagro. The English Pub empezó a funcionar. En la agenda de sitios o establecimientos dedicados a la diversión y al sano esparcimiento que existían en Armenia, The English Pub no era sinónimo de ruido y aglomeración, pues estaba en un área estratégica de la ciudad, una novedosa taberna al mejor estilo de las que pueden encontrarse en Inglaterra.
Aunque no era similar a los Pubs ingleses, quisimos darle un toque de frescura y que fuese algo diferente en Armenia. Un sitio para disfrutar, charlar, escuchar buena música y acogedor en todo sentido.
Había aspectos que caracterizaban el Pub como un sitio singular. Por ejemplo, la informalidad del entorno con espontaneidad. Allí, iban las personas que solo deseaban charlar, incluso en inglés, pues extranjeros residentes en la ciudad, se percataron y encontraron en The English Pub ese algo especial.
Tomando justamente como modelo lo que es común en ese país europeo, se puso en ejecución allí en la Avenida Bolívar No 15N – 41.
La taberna, con cierto aire académico, comenzó a ganar adeptos, simpatizantes y una clientela bien definida que, clamaba por un buen tertuliadero, con excelente atención y con música en inglés o instrumental.
La capacidad del local estaba estimada en 50 personas bien acomodadas, quienes encontraban en la cerveza del barril, uno de los más agradables atractivos, sin dejar de lado la variedad de cocteles. De estos, los que tenían mayor demanda eran el “Volcano Pub” y el “Jurassic Pub”.
Sin embargo, lo que más gustaba era la cerveza del barril, la cual se expendía en tres tamaños: pequeña, mediana y grande.
Recuerdo muy bien que en la Tebaida se había organizado un encuentro mundial de jóvenes. Nunca supe cómo se dieron cuenta. Lo cierto es que esa semana se recibieron jóvenes todos los días. Jóvenes de diferentes países (checos, canadienses, británicos, franceses, italianos, alemanes, africanos), venían en jipaos desde La Tebaida. Pedían su pint of Lager y se sentaban a charlar y a escuchar música. Esa semana, los barriles no dieron abasto.
Incluimos algo muy famoso en Inglaterra y era “Happy Hour” los viernes de 6 a 7 p.m. Ya, los contertulios sabían de nuestras ofertas y asistían, no solamente por los descuentos, sino porque allí había calor humano y mucha alegría.
Con el ánimo de evitar que el sitio se volviera rutinario, se implementó “El jueves de la mujer”, día en que a ellas se le ofrecía cualquier licor a mitad de precio.
Así mismo, cada 8 de marzo, el consumo era gratis para las damas. Había más mesas y se atendían con mucha alegría. Cada 8 de marzo, el Pub se llenaba de damas, pues el cuento se regó como pólvora. Gracias a la empresa que nos surtía con barriles de cerveza, siempre nos obsequiaba dos para ese día tan especial.
Los sábados jurásicos eran especiales después de las 5 de la tarde, pues se deleitaba con música de los años sesenta.
Por si fuera poco, había espacio para sala de exposiciones y se exhibían pinturas de artistas quindianos. Uno de ellos, Hernando Jiménez Sánchez, exhibió sus bellos cuadros en nuestro espacio. Había charlas sobre música y literatura con el fin de que la gente de la cultura se sintiera en su mundo. El escritor Nodier Botero Jiménez fue uno de los invitados. También, había diferentes eventos.
Hace unos años, en 2010, Juan Manuel Gómez, abogado él, tenía una taberna en la calle 2ª No 14 – 16. Me pidió que, si quería estar allí y que le pusiera The English Pub. Me animé y lo hicimos. Decoramos la puerta con Los Beatles y la música volvió a ser la misma. En esta ocasión, el sitio era más amplio y se prestaba para poner vídeos de artistas famosos de la música en inglés. Además, todos los usuarios del Pub podían conversar sin sentir que debían gritar, pues la música se ponía con un volumen apenas para deleitar los oídos.
Recuerdos hay muchos. Momentos increíbles con personas maravillosas. Niñas universitarias atendían caja y mesas. Eran respetadas por los clientes, pues sabían qué clase de taberna era.
Carlos Eduardo Villegas era un asiduo enamorado de The English Pub. Siempre se hacía en la barra, pues le encantaba deleitarse con su jarra de cerveza y charlar. Javier Correa Martínez iba con sus amigos a disfrutar de la música y la cerveza.
La lista de quienes allí se reunían a charlar o se deban cita, es larga. Sé que, si algunos de los muchos usuarios leen esta nota, recordarán anécdotas y vivencias en The English Pub. Muchos universitarios se reunían allí. Muchos profesionales pasaban para descansar un buen rato, tomarse una cerveza, sentir que todo era diferente y que llegaban a relajarse, después de un día agitado y pleno de trabajo.
Muy buen resultado. Volvimos a hacer noches de música los viernes con Guillermo Toro al piano y muchos artistas regionales invitados a que interpretaran su música en The English Pub. Porque se implementó la música en vivo, algo que también queríamos mostrar a nuestra clientela. Queríamos aprovechar el espacio y la tarima ubicada en el sitio. Fueron muchos quienes participaron los viernes en este espacio. Hubo poetas, cuenta chistes, cantantes. Entre los cantantes, recuerdo a unos muy especiales, pues siempre querían mostrarse al público y les entusiasmaba el ambiente del lugar. Entre ellos, recuerdo a: Yesid & Alex, Alejandra, Stephanía y Eliana.
Muy contentos y satisfechos con el éxito logrado en esta segunda etapa del English Pub en Armenia.
También, hubo charlas sobre literatura y música. Una hora sobre “Los Beatles” con el maestro Miguel Alfonso Rivera López, quien tuvo un acercamiento con los usuarios de la taberna y contó muchas historias sobre los Beatles, su vida y se habló de muchas de las canciones.
Un recital poético con el maestro Álvaro Perdomo. “Tango, bolero y poesía”. Baile de tango con una pareja ganadora en un festival nacional. Fue una noche fantástica con música para revivir el alma.
The English Pub no fue en vano.
No podía dejar pasar esta nota, pues forma parte de mis locuras en esta vida y, por consiguiente, debe quedar plasmada para que, quienes estuvieron algún día en esos dos lugares, recuerden sus momentos fabulosos en The English Pub.
Sé que muchos jóvenes de hoy no conocieron dichos lugares en Armenia, pero ojalá hubiese alguien que quisiera rescatar ese ambiente increíble y un sitio que sirviera para que muchos encontraran un lugar para practicar el inglés, disfrutar música en inglés, vídeos de bandas maravillosas y también, especial para tantos extranjeros que ya habitan en nuestra región.
Sé que muchas personas quieren aprender inglés o practicarlo. Nada mejor que un espacio como un English Pub en la ciudad.
Sería algo diferente y digno de una región que quiere que sus habitantes sean bilingües.