Y otras cosas
Rehabilitar la Ciencia y reencontrar a la Gallina de los Huevos de Oro
Cuando una persona me hace cualquier pregunta sobre cualquier tema no personal, haciendo abstracción de su actitud o intención, inicialmente me siento halagado: esa persona por defecto piensa que debo tener la respuesta o por lo menos valora en algo mi percepción sobre el asunto en cuestión. Y luego de dar la respuesta, allende también de si le satisface o no, soy el verdadero complacido aunque responda que no sé nada al respecto, porque salgo de allí a investigar la respuesta de una vez, con cándida intención científica. Y esa cándida intención, debo confesarlo, ha enriquecido mi vida holística y significativamente. Y es porque la Ciencia, es gran parte eso: ese escenario que se activa cuando queremos respuestas.
No obstante, modestamente percibo que la Ciencia ha sido muy discriminada particularmente en nuestra sociedad: no valoramos ni a la Ciencia, ni a su método ni al trabajo de los científicos en relación a su aportación de valor a nuestra sociedad como un todo. Por nuestra parte creo que hemos sido un poco incapaces, a veces involuntariamente y otras no tanto, de convertirla en un motor para la economía. Comprendo que hagan falta “traductores” que moneticen la Ciencia como en otras partes y la pongan a producir, pero percibo que el pecado original ha residido y reside en la poca valoración que se le ha dado a esta actividad humana en nuestro país. En el mundo se ha venido evidenciando el surgimiento de un círculo virtuoso Mejor Ciencia – Mejor Tecnología – Más Calidad de Vida – Más y Mejor Estudio. Lo anterior lleva a que la distancia entre tecnología, producto y utilidad se reduzca a niveles que justifiquen la inversión masiva y esto como resultado estimule el flujo de caja. Necesitamos enfocar nuestra atención hacia temas tales como la hibridación conceptual, buscando mezclar lo científico con lo social (no con lo político), hacer marketing con los logros, generar espacios multifacéticos donde la transversalidad sea el conector, contextualizando la inversión y el esfuerzo, en fin, pienso que la Ciencia debe ser extraída de su propio claustro para que se convierta en un recurso más popular para el desarrollo. Para lograr todo lo anterior se requieren buenas dosis de valor, liderazgo y sensatez: valor para invertir en logros trascendentes, sin importar el tiempo que tarden en obtenerse, liderazgo para crear escenarios donde el reto científico tenga impacto colectivo y que forje un sentido de la ilusión nacional y sensatez para planificar y visionar con sentido correcto y no con el cortoplacismo de quinquenios o períodos de gestión que tanto obnubilan y retardan el alcance de los sueños y las expectativas. Creo que en esto está gran parte de nuestro futuro.
Jorge Sánchez
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