10 señales para cambiar de carrera o de trabajo
No hay nada mejor que el sentimiento de empezar un trabajo que te gusta y que vas a ir a trabajar todos los día sintiendo excitación y sabiendo que te esperan nuevos retos. Pero ¿qué pasa si el gran trabajo que empezó como el primer paso hacia la construcción de una carrera ascendente cae en picada? ¿Cómo saber cuando debes cambiar de carrera o de trabajo?
De repente no sientes que el trabajo o la carrera (o ambos) es (o son) adecuado(s) para ti.
Cuando tu trabajo se convierte en un «trabajo», muchas cosas han pasado que ni siquiera te has dado cuenta. Puede hacer que te conviertas en una persona completamente diferente a la que empezó con tanto entusiasmo y expectativas al inicio de tu carrera o de tu empleo. No sólo perdiste tus metas iniciales, sino que puedes poner en peligro tu futuro profesional.
A continuación, 10 pistas que nos deben poner a pensar en cambiar de carrera o de trabajo, o signos de advertencia de que nuestro trabajo está arruinando nuestra carrera:
01. Ya no te emociona empezar proyectos nuevos
Empezar nuevos proyectos es una excelente manera de aprender y de demostrar liderazgo en el trabajo. Si sientes que otro proyecto sólo significa más trabajo para ti, y que no vale la pena por el salario mediocre que estás recibiendo, ello puede ser un síntoma de que no te está gustando tu trabajo. Una vez que empiezas a perder interés en lo que haces, no podrás ocultarlo y eso tiene un impacto negativo en tu carrera.
02. Trabajas por inercia
Si despertarte, ir a trabajar, tomar café, responder correos electrónicos e ir a casa suena como tu típico día, entonces algo falta: tu participación activa. ¿Puedes cumplir las actividades diarias y hacer tu trabajo con los ojos cerrados?
Si la respuesta es «si», entonces es tiempo de reevaluar tu trabajo. Un trabajo que se hace por inercia, sin pensar mucho lo que vas a hacer, es ideal si eres un robot. Es importante enfrentar retos diariamente, que mantengan tu mente en movimiento. Si no, puedes correr el riesgo de perder tu habilidad para generar ideas que te pueden ayudar a crecer.
03. No estás recibiendo un salario competitivo
Quedarse en un trabajo estancado no sólo es malo para tu carrera profesional, sino que también le hace daño a tu bolsillo. Un artículo publicado en la revista Forbes señala que los empleados que se quedan en una sola compañía pueden ganar 50% menos que los que se van.
Esto quiere decir que pierdes dinero en el transcurso de tu carrera mientras más te quedes en una empresa. ¿Cuántos aumentos de sueldo puedes recibir? A veces el querer sentir estabilidad laboral te frena de irte y hace la decisión más difícil de tomar.
Pero quedarse en el mismo trabajo que no te ofrece crecimiento financiero y profesional te coloca en desventaja y te hace menos competitivo.
04. Estás haciendo lo mismo de siempre
Tu trabajo debe ofrecerte oportunidades retadoras. Es difícil ser considerado un empleado de alto rendimiento, si no te presentan retos. Estar cómodo te hará quedar estancado y no te hará crecer profesionalmente.
Trata de ejecutar nuevas tareas o evaluar si se pueden mejorar los procesos actuales. Si no estás aprendiendo nuevas habilidades o cumpliendo roles nuevos, corres el riesgo de quedarte atrás en conocimientos, aumentos y ascensos.
5. Siempre te estás quejando
¿Sabías que la «quejadera» es uno de los efectos colaterales de no estar feliz en el trabajo? Y eso diciéndolo de manera decente. Puede que no te des cuenta que te has convertido en una persona diferente, pero tus colegas y amigos si se dan cuenta de ello.
Es normal el hablar acerca del trabajo, de vez en cuando. Pero asegúrate que tu infelicidad en tu trabajo no afecte negativamente tus relaciones laborales y personales. Quejarse constantemente puede hacer que tus colegas no quieran trabajar contigo o que no te recomienden para una oportunidad que se pueda presentar.
06. No estás en el tope de la industria
Cuando tienes una carrera ascendente, lo más seguro es que estás al día en lo que respecta a nuevas tecnologías, tendencias actualizadas, estándares y principios modernos, ya que forman parte importante de hacer tu trabajo de manera más eficiente.
Busca las oportunidades para poner en práctica nuevas herramientas y nuevos procedimientos, aún si lo haces fuera de tu entorno laboral. Si tu trabajo no requiere que incorpores técnicas nuevas o modernas en tu campo, corres el riesgo de quedarte rezagado en términos de estándares de mercado.
07. No estás empleando tus mejores habilidades
Tu trabajo debe darte la oportunidad de realizar tareas que empleen y mejoren tus habilidades. Por ejemplo, si estás todo el día trabajando en frente de una computadora con un mínimo de contacto humano, ello puede ser un poco insatisfactorio para ti.
Siempre existirán algunos aspectos de tu trabajo que no te gusten, pero asegúrate que emplees tus mejores habilidades para que puedas construir una lista impresionante de logros alcanzados en tu rol.
Si no, pones en riesgo tu habilidad de construir un buen portafolio de logros, mostrando tus mejores habilidades y que te hacen único.
08. Cometes pequeños errores en tus tareas cotidianas
Un síntoma inequívoco de que no estás rindiendo lo suficiente es el cometer errores simples. Todos cometemos errores, pero si estás frustrado tiendes a cometer más errores. Esto puede ser porque odias tareas tediosas y prefieres ver secarse la pintura en vez de organizar reuniones o elaborar un reporte.
Puede que no te des cuenta de lo que está pasando, pero esos errores pueden impactar negativamente en cómo tu gerente o tus colegas evalúen tu habilidad de hacer las cosas.
09. Vives peleando con tu jefe
Tu jefe puede hacerte fácil el trabajo, o lo puede convertir en un infierno. Cuando tu jefe carece de buenas habilidades gerenciales, puede ser un reto hacer bien tu trabajo y ello te va a producir una gran cantidad de tensión y estrés. Tu jefe es quien te orienta y te debe ayudar cuando así lo requieras.
Si sientes que su falta de liderazgo te lleva a una pelea constante, puede ser una advertencia de que tu rendimiento laboral podrá ser puesta en tela de juicio, con o sin razón. La tensión con tu jefe puede tener un impacto en tu carrera, ya sea en las evaluaciones como en las posibles recomendaciones que te puedan dar.
10. Estás dudando de ti mismo
El impacto más grande de quedarse en el trabajo equivocado es que eventualmente va carcomiendo la confianza en ti mismo. Con el tiempo empiezas a cuestionar las cosas acerca de ti sobre las que nunca pensaste que dudarías, como el decir lo correcto o el tomar la decisión correcta.
Es fácil caer en una situación tóxica, ya se debido a tener un jefe terrible, colegas difíciles o un trabajo aburrido. Ello puede afectar tu habilidad de potenciar tu marca personal de manera que puedas atraer nuevas oportunidades.
Cuando tu trabajo no te ayude a crecer y a sentirte bien acerca de ti mismo, es tiempo de cambiar de trabajo o de carrera, por el bien de tu salud personal y profesional.
Traducido por Luis Castellanos de publicación en Lifehack
Profesor siempre es grato leer sus reflexiones. Hay aprendizaje constante. Gracias por crear este blog y compartirlo con todos sus seguidores. Gracias totales por darnos sabiduria durante breves minutos en linea.
Gracias a ti, Rocío. Siempre es grato saber que hay alguien que lee lo que publico y es más grato aún leer sus comentarios!