7 lecciones que pueden aprender los emprendedores de Walt Disney
La compañía Walt Disney es una corporación multinacional valorada en $45.429 billones. Es la segunda compañía más grande de transmisión y por cable del mundo, y ha ayudado a moldear la niñez y la cultura de millones, o quizás de billones, de personas. De una manera más sencilla, es la compañía más conocida en la historia del mundo.
Y pensar que todo empezó con una sola persona.
Pocas personas han cambiado al mundo en la magnitud en la cual Walt Disney lo ha hecho. Ha comprobado que las circunstancias y la educación no fijan quién puedes ser en el futuro. Sus lecciones de vida son un recordatorio y un ejemplo excelente para los nuevos emprendedores.
1. Debes ser un experto en ventas
Puedo decir que ha sido mi problema más grande durante toda mi vida: el dinero. Se requiere mucho dinero para poder hacer estos sueños una realidad. Walt Disney
El ser vendedor no es bien visto en algunos círculos, pero no te equivoques: vender es la habilidad más importante que debes tener para ser un buen emprendedor. Y como dijo Walt, los sueños requieren dinero y de más dinero, y el dinero viene de las ventas. Walt creyó en él y en sus sueños y pudo convencer a los demás para que también creyeran en ellos. En la mitad de la producción de “Blancanieves“, a Disney se le acabó el dinero para terminar la película. Aún su propia familia le suplicó que se rindiera, y que la película en sí sería una locura y un fracaso. Pero Disney no se rindió. Personalmente viajó para visitar a diferentes productores y les enseñó los avances de lo que se había hecho hasta el momento, y los convenció de financiera el resto de la obra. “Blancanieves” se convirtió en un éxito instantáneo y aperturó la Era Dorada de la Animación. Para financiar las atracciones de Disneylandia, convenció a los estudios de Televisión para que invirtieran en el parque a cambio de programación Disney original. Y ¿sabes que programación era? Programas que hablaban de lo maravilloso que era Disneylandia: ¡básicamente era publicidad! Este plan maestro no sólo financió el parque, sin o que hizo que el día de su inauguración millones de personas ya querían visitarlo. Fue una de las campañas publicitarias más exitosas en la historia y ayudó a expandir a los parques de Disneylandia a sus otras locaciones de hoy en día, y a convertirlo en un destino turístico internacional, como hoy en día aún lo es.
2. Liderazgo es inspiración, innovación y enfoque
Tu puedes diseñar y crear y construir el sitio más maravilloso del mundo. Pero se requieren personas para convertir ese sueño en realidad. Walt Disney
Una de las cualidades que ayudaron al liderazgo de Walt Disney, es que es un excelente contador de cuentos. Una cosa es decirle a los empleados lo que deben hacer, y otra cosa es inspirarlos para que lo hagan. Walt les contaba un cuento. Iría contándolo con tanto detalle, que parecía que el cuento se convertía en realidad. Él podía inspirar a sus empleados y hacerlos parte del cuento, y como resultado obtenía más de ellos. Cuando estaba supervisando a los animadores de la película de “Blancanieves”, él recorrió toda la trama, haciendo los papeles de todos los personajes, y haciendo inclusive sus voces y movimientos. Walt tenía una increíble habilidad para contratar a personas más talentosas que él mismo, y para mantener el enfoque y coordinar su atención hacia un objetivo común. Admitía que era un terrible animador, por lo que contrató a los mejores que podía pagar, y se enfocó en innovar en su compañía. También, conocía a sus empleados. Él sabía de lo que eran capaces y no aceptaba esfuerzos mediocres. No era un buen halagador, pero siempre estaba clara en lo que quería, visualizaba y esperaba obtener.
3. Siempre debes estar constantemente mejorando
Cuando me monto en una atracción, siempre voy pensando en qué tiene de malo y en cómo se puede mejorar. Walt Disney
Walt creía en el futuro. El insistía en que “Steamboat Willie” debía tener sonido sincronizado y grabado, lo cual no se acostumbraba hacer en dibujos animados. Antes de “Blancanieves” no habían películas completas animadas. Luego que se convirtió en un gran éxito de taquilla, y literalmente cambió la industria del cine, ello llevó al éxito a varios de los más queridos clásicos de Disney, como Cenicienta, Alicia en el País de las Maravillas y Fantasía.
Walt Disney pudo haber descansado y disfrutar del éxito, pero no era su estilo. En vez de ello, aumentó la velocidad y se enfiló a construir un parque de atracciones donde los padres y sus hijos podrían divertirse todos juntos. Una vez que abrió Disneylandia, Walt caminaba alrededor del parque, personalmente probaba todas las atracciones, veía si había algo fuera de lugar y le preguntaba su opinión al público presente. Si veía algo que no estaba bien, personalmente se encargaba de que fuese arreglado. Como lo pueden testificar sus animadores, suficientemente bueno nunca fue suficientemente bueno para Walt Disney.
4. Desarrolla una alta tolerancia al riesgo
Continuamos moviéndonos hacia adelante, abriendo nuevas puertas, y haciendo cosas nuevas, porque somos curiosos y la curiosidad nos sigue llevando hacia nuevos caminos. Walt Disney
Walt tomó muchos riesgos en su carrera. Varias veces el futuro de la compañía entera dependía en que un proyecto fuese un éxito o un fracaso. En oportunidades, Walt tuvo que hipotecar o vender algunas de sus propiedades. Pero nunca lo hizo a la ligera. Siempre sopesó cuidadosamente los pros y los contras antes de tomar una decisión audaz, y una vez decidido, nunca se echó para atrás. En 1955 Disneylandia era la apuesta más grande en el mundo del negocio norteamericano. Walt luchó para encontrar financiamiento y su propia familia, incluyendo a su socio Roy Disney, le suplicó que tirara la toalla. En el momento, nunca se había hecho un proyecto de la magnitud de Disneylandia, y el consenso general acordó que hacerlo era poco menos que imposible. Walt siguió hacia adelante. Si Disneylandia hubiese sido un fracaso, ello hubiese representado la bancarrota de la compañía. Hoy en día, los parques de Disney representan billones de dólares en ganancias, y millones de visitantes cada año.
5. Cambia tu actitud ante el fracaso
Toda la adversidad que he tenido en la vida, todos mis problemas y obstáculos, me han fortalecido. No te das cuenta cuando ocurre, pero una patada en la cara es lo mejor que te puede ocurrir en la vida. Walt Disney
Walt Disney fracasó, y mucho. Su primer estudio, “Laugh O’ Grams” nunca le dio beneficios. Perdió todo: su estudio, sus equipos, sus animadores, y sus creaciones. Pero de las cenizas de ese inmenso fracaso se levantó uno de los personajes más queridos creado por el hombre. En el viaje en tren hacia su casa, cuando se dio cuenta que había perdido a su “Oswald”, Walt Disney creó Mickey Mouse.
6. Cree en ti mismo, aún cuando te digan que estás loco
Cuando crees en algo, cree en ello completamente, de manera implícita y sin duda alguna. Walt Disney
Walt Disney tenía una relación especial con su hermano, Roy Disney. Walt le lanzaba su idea a Roy, y Roy le decía que no, y lo trataba de convencer de no llevarla a cabo. Walt continuaría de todos modos, y a la larga Roy aceptaba y buscaba el financiamiento. A lo largo de su carrera, a Walt se le dijo en muchas oportunidades que lo que quería hacer no se podía hacer. Se le dijo que nadie se sentaría por horas a ver una película de dibujos animados. Se le dijo que no podía mezclar dibujos animados con actores de la vida real. Se le dijo que la idea de hacer un parque de atracciones iba destinada hacia el fracaso total. Alguien le dijo que Mickey Mouse era una mala idea porque un ratón asusta a las mujeres.
El probó que por el hecho de no haberse hecho antes, no lo hacía imposible. Imposible es una palabra para las personas estrechas de mente, y Walt Disney soñaba a lo grande. El creía en sí mismo y en lo que hacía: y eso es lo que le importaba.
En la inauguración de DisneyWorld (en Florida, EEUU), cinco (5) años después de la muerte de Walt, alguien le comentó al Director Creativo Mike Vance que era una pena que Walt Disney no estaba allí para ver ese día. Vance respondió: “claro que lo vió. Y por eso es que estamos aquí”.
7. La resiliencia es el mejor amigo de un emprendedor
La diferencia entre ganar y perder, normalmente es no renunciar. Walt Disney
Le tomó a Walt 16 años para conseguir los derechos para hacer “Mary Poppins“, actualmente considerado como una de las mejores películas de su época. Los problemas que tuvo con la autora P.L. Travers fueron tan notorios que incluso se hizo una película de ello (“Saving Mr. Banks“). Fue rechazado 302 veces cuando estaba buscando financiamiento para el parque de Disneylandia antes de ocurrírsele la negociación con los estudios de televisión. Y como algo increíble: Walt fue despedido de su primer trabajo en un periódico, por no ser lo suficientemente creativo e innovador. Con el tiempo adquirió el periódico también. Resiliencia es la habilidad de soportar o de recuperarte rápidamente de circunstancias difíciles. Walt se enfrentó con muchas dificultades que hubiesen hecho que cualquier persona común y corriente se hubiese rendido. Walt logró mantener su impulso porque creía en si mismo y en sus sueños, dándole la resiliencia para poder trabajar arduamente y convertirlos en realidad. El creyó en hacer lo que tuviera que hacer para terminar el trabajo, y por ende, obtuvo resultados más allá de las expectativas que cualquiera se pudo haber imaginado.
Cuando se le preguntó a Walt cuál era el secreto de su éxito, él lo pensó por un rato y contestó:
Yo sueño, pruebo mis sueños en contra de mis creencias, me atrevo a tomar riesgos y pongo en practica mi visión para hacer que esos sueños se conviertan en realidad.
Hoy en día, el secreto para el éxito no es muy diferente. Si Walt Disney, una persona con una educación limitada, proveniente de una familia pobre, pudo crear un imperio del entretenimiento casi de la nada, ¿qué te está deteniendo a tí de tener sueños tan grandes como los de él?
Traducido por Luis Castellanos de publicación en LifeHack.
Publicado inicialmente en Tecnopedia