Comentarios que nunca deberías hacer a un compañero de trabajo
Los comentarios en el ámbito laboral deben medirse a la perfección, pues se trata del contexto en el que más puede perjudicarnos una expresión desafortunada. La estadística conocida como Ratio Losada dice que las relaciones profesionales se deterioran cuando no se cumple el ratio de tres inputs positivos por cada impacto negativo recibido. Un comentario fuera de lugar o mal entendido puede hacernos parecer arrogantes, falsos o vagos a ojos de nuestros compañeros o de los jefes.
Para no empañar con un simple comentario la reputación en una empresa, la coach en crecimiento laboral Beth Braccio ha recopilado los seis más dañinos y que se repiten con mayor frecuencia.
“No doy abasto con todo el trabajo que tengo, apañaos sin mi ayuda”
Cuando alguien se queja por tener una carga laboral excesiva denota una gran falta de empatía hacia sus compañeros que, a buen seguro, tendrán tanto o más trabajo. Cuando esta expresión comienza a ser repetitiva, lo único que se conseguirá es dar la sensación de ser un “quejica crónico” y deteriorar así la relación de confianza con el resto de compañeros.
Lo esperable de un trabajador resolutivo es que contribuya a solucionar los problemas de la empresa y del resto de compañeros, por lo que Braccio recomienda cambiar esta frase por la de “intentaré dejar las tareas menos prioritarias para otro momento y ayudaron ahora en lo que me pedís”.
“Eso está mal hecho, en mi anterior empresa lo hacíamos de otra forma”
Uno de los comentarios que más arrogancia denota a oídos de los interlocutores. Por una parte dará la sensación de ser el típico “sabelotodo”, mientras que por otra parecerá que se tiene más predilección por la anterior empresa a la que se hace referencia. “Evite las comparaciones entre empresas y céntrese en defender sus puntos de vista con claridad y con respeto hacia la empresa para la que se está trabajando en ese momento”.
“Mañana a primera hora lo acabaré” (cuando se sabe que no es verdad)
Cuando se entrega una tarea fuera del plazo que nosotros mismos hemos puesto como límite, perjudicaremos a los demás compañeros y al funcionamiento general de la empresa. Si no se puede asumir una fecha límite para entregar una tarea, lo mejor es ser realista y decir la verdad, en lugar de decir lo que los demás quieren oír. De lo contrario, indica Braccio, “se corre el riesgo de manchar la imagen y perder la credibilidad ante los responsables”. Asimismo, la imagen de la empresa también puede verse dañada si se trata de un incumplimiento ante un cliente.
“Estoy aburrido”
Se trata quizá del comentario más desafortunado que se puede hacer en el trabajo. Algunos compañeros pensarán que se trata simplemente de una persona vaga, mientras que otros aprovechan la oportunidad para descargar algo su carga de trabajo pasándosela al “aburrido”. Si quien lo escucha es el jefe, lo normal será que se sienta ofendido por pagar a alguien que no trabaja y pensará que se trata de un trabajador prescindible. “Siempre hay algo que podrás estar haciendo”, apunta la coach, por lo que recomienda “tomar la iniciativa y no esperar a que nos digan lo que tenemos que hacer”.
“El compañero X es un idiota”
Antes de criticar a alguien en el trabajo, sobre todo si el comentario va acompañado de un insulto, será mejor contar hasta diez antes que arrepentirse durante toda la vida. Nunca se sabe si el compañero en cuestión llegaré a ser tu jefe o coordinador, además de que será nefasto para el clima laboral en la empresa. Esto es porque si hablas mal de alguien a sus espaldas, lo primero que pensará tu interlocutor es que dirás lo mismo de él cuando no esté delante.
Uno de los principales elementos para construir una buena reputación es la confianza, por lo que la transparencia a la hora de comunicarnos con los compañeros debe ser la regla número uno en el trabajo.
“¡Eso no me parece justo!”
Un comentario frecuente, sobre todo entre los trabajadores más jóvenes, es el de “¡eso no me parece justo!”. De tanto repetirse ya parece una frase hecha, por lo que quedará totalmente desprovista de su significado original. “Puede parecer fuerte, pero en el mundo laboral la palabra “justo” no siempre significa lo mismo, pues dependerá de la situación de jerarquía en la que se encuentre quien la diga. Es decir, lo que es justo para el jefe no lo es para los trabajadores y viceversa”, explica Braccio. Su recomendación: “intentar superarse siempre y enfrentarse a los retos laborables diarios”.
Vía El Confidencial