Por Manuel Gómez Sabogal
La recuerdo muy bien. Siempre estudiosa, alegre, simpática, siempre con una sonrisa a flor de piel y muchos amigos alrededor. Sus estudios de bachillerato los desarrolló en el INEM.
Diana Carolina Quintero nació en noviembre, mes maravilloso.
Estudió Derecho en la UGC, carrera que inició en el 2003 y culminó en el 2007. Se especializó en Derecho Administrativo en la Universidad Nacional.
Ha viajado mucho. Parte de su corta existencia, la ha dedicado a los viajes, a conocer diferentes lugares y a disfrutar esos espacios que le regala la vida.
Prefirió quedarse en Bogotá, gracias a las oportunidades que se le presentaron siempre.
Trabajó en el ICBF. Tuvo varios empleos más hasta llegar a la empresa de desarrollo urbano de Bogotá y luego a la APC.
El año pasado, ocupó otro cargo como abogada. Culmina este semestre la maestría en Teología en la Universidad Javeriana.
Le encanta la música, en especial el jazz, blues, también Bob Marley. Es amiga de reír viendo ciertos programas como Mr Bean y le agradaba Xena, la princesa guerrera como ella. Siempre se identificó con Xena. Siempre buscó lo mejor para seguir adelante. Es decir, luchar sin amilanarse. Así es Diana Carolina.
Lee y mucho, porque es estudiosa y la literatura le fascina.
Es una mujer convencida que la clave es el amor y no el resentimiento.
La conocí como estudiante de Derecho en la Universidad La Gran Colombia. Allí se destacaba por ser excelente alumna y en nuestras conversaciones, yo estaba seguro que sería una gran profesional. Allí, terminó estudios en el año 2007. Luego, viajó a Bogotá a estudiar en la Universidad Nacional. En el 2014, empezó un voluntariado.
Desde cuando la conozco, no ha dejado de hacer actividades, trabajos, estudiar. No para, no se detiene. Sabe que el mundo es suyo y lo quiere tener ya para ella. No se rinde ante nada. Está joven y sabe que puede hacer mucho más hoy y cada día.
Hace unos meses, le escribí en su Messenger: “Te recuerdo, porque eres maravillosa”. Casi de inmediato, me contestó:
“Manuel Gómez Sabogal bueno pues yo también te recuerdo mucho, hacías de la Universidad un lugar maravilloso. Un abrazo”
y qué pasa con que haga todo eso. No entiendo.
Buenos días señor Robinson. Don Manuel, el autor de la publicación, señala las cosas buenas de doña Diana y la honra con su artículo.
Es una persona de bien, exitosa y profesional, que merece reconocimiento.
Gracias por su visita y comentario.