Las preguntas trampa más habituales en una entrevista
Las conocemos de sobra: las hemos oído más de una vez, y es probable que ya nos hayan jugado una mala pasada. Sin embargo, nos siguen incomodando como el primer día. Que no te ocurra más: aprende a responder a las cuestiones más difíciles en una entrevista de trabajo.
Son éstas:
- Háblame de ti. Es la típica pregunta rompehielos —aunque también sirve para evaluar tu capacidad de respuesta— y suele aparecer al principio de la conversación. Sé afable: prepara una introducción breve sobre ti (procura incluir detalles que no aparezcan en tu curriculum) y responde con sencillez. Evita parecer preponte y subraya tu interés por unirte a la empresa.
- ¿Por qué has pasado tanto tiempo sin trabajar? Los largos períodos de inactividad suelen ser valorados negativamente por el entrevistador. Si éste es tu caso, explica las circunstancias que te han impedido tener un empleo fijo durante esa etapa (p.e., responsabilidades familiares). Si has aprovechado para ampliar tu formación, indícalo.
- ¿Qué sabes de nuestra empresa? El seleccionador quiere saber por qué te interesa el puesto de trabajo y si conoces la compañía. Para que no te pillen en un renuncio, no olvides visitar la web corporativa el día antes de la entrevista y buscar las últimas noticias relacionadas en Internet. Y si te preguntan por qué quieres unirte a la empresa, evita citar el salario como motivo principal.
- ¿Conoces a algún trabajador de la empresa? Si algún trabajador pasó tu curriculum al departamento de recursos humanos, admítelo abiertamente. Lo mismo ocurre si conoces a alguien que, pese a no haber intervenido en el proceso de selección, goza de buena reputación dentro de la compañía.
- ¿Qué puedes aportarnos? Evita repetir la información que contiene tu curriculum. En su lugar, destaca algunas competencias claves (como la capacidad de comunicación o de trabajar en equipo), y respáldalas con ejemplos concretos extraídos de otras experiencias anteriores.
- ¿Sabes trabajar bajo presión? Responde afirmativamente e ilustra tu respuesta con situaciones en las que hayas trabajado en estas condiciones.
- ¿Prefieres trabajar solo o en equipo? No te posiciones: di que te sientes cómodo trabajando en grupo, pero que si las circunstancias lo requieren, también tienes autonomía y capacidad de planificación.
- ¿Qué opinión tienes de tus anteriores jefes? Esta pregunta mide tu grado lealtad hacia otras empresas en las que has trabajado. Evita las críticas, ya que el seleccionador podría pensar que no eres de fiar. En su lugar, habla positivamente de tus superiores (aunque sin pasarte de benévolo) y valora todo lo que has aprendido. Aprovecha para ofrecer referencias al reclutador.
- ¿Cuáles son tus aspiraciones económicas? Puedes echar balones fuera diciendo que el dinero no es lo más importante del trabajo. Si insisten, di una cantidad realista, acorde con el sector, el tipo de empresa y las responsabilidades exigidas, aunque deja claro que la cifra es negociable.
- ¿Tienes alguna pregunta? Es el colofón de la entrevista. Expresa tu interés formulando una o dos cuestiones, y no olvides interesarte por los plazos del proceso de selección.
Vía Qué cursar