Un hombre sin querer prende fuego a su chaqueta al encender un cigarrillo. Inmediatamente el mecánico de un taller de automóviles cercano se quita el pantalón y empieza a dar con él sobre las llamas del pobre desgraciado, para apagar el fuego.
– Por favor, déjeme quemarme.
– Ni lo piense hombre, yo le ayudo.
– ¡No! ¡No! ¡Déjeme quemarme por favor!
– Que no hombre, que yo le salvo.
– Pues por lo menos, saque la llave inglesa del bolsillo del pantalón.