Por Manuel Gómez Sabogal
A veces, se nos va la mano. No se piensa en el momento, sino que algunos, reaccionan con ímpetu y sin reflexionar. Esto sucedió en los premios Oscar, cuando Will Smith subió al escenario y abofeteó a Chris Rock, quien estaba haciendo chistes de mal gusto.
Chris Rock había salido al escenario para presentar la estatuilla al mejor documental e hizo una broma acerca la cabeza rapada de Jada Pinkett-Smith -quien ha reconocido públicamente que sufre alopecia debido una enfermedad rara- al compararla con la teniente O’Neil, de la película de Ridley Scott.
Cuando alguien se burla del diferente, del excluido o del que padece alguna condición adversa es matoneo.
Finalmente, y al recibir el Oscar como mejor actor, Will Smith pidió disculpas «a la Academia y al resto de nominados». «El amor te hace hacer cosas muy locas», añadió en su discurso.
La frase de “el amor te hace hacer cosas locas” es peligroso. Sin meditar o como sucede muchas veces, sin contar hasta 10 antes de actuar, puede ser aventurado.
Leí en twitter a Daniela Sierra Toro: “Ni el que hace chistes con el aspecto físico del otro, ni el que pega para “hacer respetar”. Se han normalizado una cantidad de comportamientos asquerosos”.
Alguien hace chistes horrorosos y quien reacciona no piensa, sino que procede inmediatamente. Tampoco es correcto. Es decir, violencia genera violencia.
Muy buena la frase que le dijo Denzel Washington a Will Smith «Ten cuidado. En tu momento más alto, es cuando el diablo viene por ti». En cualquier momento. No únicamente en el momento más alto. Atribuido a todas las personas.
Y el título se puede aplicar a muchos casos en el mundo.
Una bofetada a la vida cuando se sigue odiando en redes y estimulando el rencor, en lugar de buscar siempre el perdón.
Una bofetada a la paz la que da Rusia a Ucrania, debido a la miserable guerra.
Una bofetada a la vida lo que sucede en Yemen y de lo que poco o nada sabemos.
Una bofetada a la vida, la guerra en Mali…
Una bofetada a la vida la que dan los traficantes de personas en el mundo.
Una bofetada a la vida con sucesos que no se investigan.
Una bofetada a la vida lo que sucede con los niños en La Guajira y otros departamentos.
Una bofetada a la paz fue lo sucedido en el CAI en Bogotá, donde hubo fallecidos y heridos. Los bandidos no se detienen.
Una bofetada cuando de todas las noticias que se escuchan o leen, la más insignificante es la de un niño de 12 años y una niña de 5 años muertos por una bomba a un CAI.
Una bofetada al afecto, cuando conocemos tantos y tantos casos de soledad en niños y jóvenes.
Una bofetada al país, porque la guerra continúa en todas partes en este país. Pañitos de agua tibia a la paz.
Una bofetada a los niños con los famosos PAE en todo Colombia.
Una bofetada diaria al afecto, la paz, los abrazos, el perdón…
Una bofetada diaria…