Por Manuel Gómez Sabogal
El título de uno de los libros del escritor Efraím Medina Reyes. Me lo regaló en el 2002, cuando vino a la Universidad del Quindío. Lo invité, aceptó y fue un genial encuentro con los estudiantes de diferentes carreras.
Y hoy, tomo ese título para referirme a todo lo que pasa en Colombia y el Quindío, donde parece que día a día matan el amor, el afecto y la vida.
Porque los políticos matan el amor cada vez que hablan, enuncian sus promesas y dicen que pondrán puentes donde no hay ríos. Son así y cada vez repiten lo mismo.
Nos preparamos para otras elecciones en 2023 (alcaldes, concejales, gobernadores, diputados) y no hay red social donde no se refieran a las bondades de unos, las frases lapidarias contra otros o, mejor dicho, unos contra otros, diciendo lo mismo siempre.
Se detestan, se odian, pero de mentiras, porque ellos son así. Almuerzan, cenan juntos, hacen fiestas.
Discuten, pelean, alegan, los votantes. Porque muchos son fanáticos de partidos destrozados y otros “aman” a su político de turno.
Los políticos hablan de paz, pero este país no la conoce, ni sabe qué es paz. Bojayá fue atacada hace 20 años. Murieron más de 100 personas y muchas quedaron heridas. ¿Qué ha hecho el gobierno por ellos? Los guerrilleros pidieron perdón y nada más. ¿Por qué no reconstruyeron el pueblo los mismos guerrilleros, ahora que están en el congreso o deambulando por el país?
Es como si Bojayá, allá en el Chocó no importara jamás. Mantienen rodeados de criminales. Hay muchos pueblos olvidados en Colombia. Los políticos van a visitarlos ahora antes de elecciones. Y van a “conocer sus problemas”. Como si no supieran acerca de la situación de muchos pueblos o departamentos donde los niños mueren de hambre y los jóvenes nada tiene que hacer. Porque ni tienen dónde estudiar, ni un trabajo.
¿Qué pasó con el dinero que los guerrilleros acumularon gracias a secuestros y tráfico de droga?
¿Por qué los congresistas guerrilleros o los guerrilleros congresistas no donan su salario a las víctimas?
¿Dónde están los 70 mil millones que eran para los niños y desaparecieron como por encanto?
Matar es un verbo que se utiliza a diario en todas partes en mi bello país. Porque es más fácil matar que perdonar o matar que amar.
Tantos jóvenes que desaparecen o mueren en primavera. La primavera de sus vidas. Y nadie da razón de ellos.
Cuántos niños violados, abusados, torturados, asesinados. No hay razones para que en este país sucedan hechos que siempre quedan en la impunidad.
Para completar, Militares corruptos que venden armas a la guerrilla y a bandas criminales. Así, esta violencia sigue acabando con el país y la tan anhelada paz, nunca llegará
Érase una vez el amor, pero la paz nunca llegó…